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Poemas de Teresa Samele

 

Teresa y Ana (su mamá y Marketing Manager)

Poemas de Teresa Samele

El monedero de la abuela

Dedicado a la memoria de Josefa de Barrios, Mi abuela.

 

En un viejo gavetero de magia tiempo y destino

 impregnado de recuerdos, de ayeres y amores idos

 un regalo de la vida hasta mis manos llegó.

 

 Una calenda dormida que en mis versos despertó

 era un viejo monedero, de modelo muy antiguo

 de aquellos que en viejos años lo llamaban de pellizco.

  

Ya que tenía dos pepitas que apretabas para abrir

 y el mismo procedimiento lo usabas para cerrar

 entonces sonaba un ¡clac! Bastante particular.

  

Cuando lo abrí mil recuerdos se activaron en mi alma

 y me olió a dulce de coco, de ciruelas, de guayabas

 y al aroma del pan de horno cocido en horno de tierra

 y el de la huerta del patio con todo tipo de yerbas.

  

Y vi la ropa tendida bailando al vaivén del viento

 y aquel humeante fogón y aquella lumbre encendida

 y el ruido del tinajero con su goteo cristalino

 en la casita de barro con ambiente campesino.

  

Aquel viejo monedero que perteneció a la abuela

 no solo guardaba aromas, imágenes y sonidos

había un puño de monedas, de las que ya no se usan

 y mantenemos guardadas en bolsillos del olvido.

 

También había caramelos, juegos, canciones,

dientes de leche, estampitas, fotos y oraciones

 y preguntarán ustedes ¿cómo puede caber tanto

 en un simple monedero?

 

La respuesta, todo puede, es algo que está en el alma

 que no nos cabe en el pecho, entonces fluye cual río

 pues del alma pasa al pecho, del pecho llega a la mano,

 y de la mano a la pluma, sin horma ni regla alguna

y la pluma se transforma en volcán de verserías

 entonces, como en una epifanía, emerge la poesía.

 

En las puertas del cielo


Por eso yo te nombro, ¡Tucupido inmortal,

Mi pueblito querido, que no dejo de amar!

¡Que importa si mi vida no retoñó en tu huerta!

Como dijo un poeta, mucho mejor que yo,

Cuyas letras y escritos, todo el mundo respeta

¡Volveremos a vernos, debes darlo por cierto!

Aunque ya, tú estés viejo,

aunque yo, me haya muerto.

 

Así es Tucupido

De Teresa Samele, hija de Chicho el barbero y Ana de Samele ¡FELIZ CUMPLEAÑOS TERRUÑO DE MIS AMORES!


Serenatas de suaves acordes

para amores jamás olvidados

con caricias de inquietos favonios

y las luces de un cielo estrellado

 

Con origen de estirpe aborigen

y otras razas que la historia vio

un tapiz de gloriosos matices

en tiempo y espacio, aquí se tejió

 

Geografía de encomiable belleza

de sabanas y esteros sin fin

estampada con gracia sutil

en ingenua musa de insignes aedas

 

Y su gente, la mayor riqueza

que cualquier terruño pudiera tener

con valiente talante, venciendo

los altos y bajos del hoy y el ayer

 

Y aunque hoy estén esparcidos

muchos de sus hijos por toda la tierra

ellos nunca lo han dado al olvido

él como gran padre, espera y espera

 

Así es Tucupido

municipio Ribas

Granero del Guárico

mi pueblo querido….

 

Domingo Vermouth

DEDICADO AL VIEJO CINE RIBAS DE MI AMADO PUEBLO, TUCUPIDO


Domingo temprano,

Lo escucha la gente

Campanas que llaman

A misa de siete

Mujeres con velos,

Hombres bien vestidos

El sol ya radiante

Alumbra en el cielo

La brisa ligera, ya zangolotea

Sutil y traviesa

Se cuela en los árboles

De la plaza entera

Se enciende una fuente

Fresca y placentera

Luciendo colores

De patria y bandera

Negocios locales

Abriendo sus puertas,

La calle se llena,

El pueblo despierta

Choferes de plaza

Que gritan ¡La Pascua!

Saludos, sonrisas

De vida sin prisas

La mañana invita

A una estampa típica

Señores consultan

La gaceta hípica

¡Qué hermoso, qué lindo!

Que melancolía

¡Qué bello lucia!

Mi pueblo en domingo

Se escuchan pregones

En ir y venir

Y el gran cine Ribas

Está por abrir

Niños impacientes

Que esperan y esperan

Todos en la plaza,

Se encuentran y juegan

Relucen zapatos

De lindo charol,

Vestidos con lazos

Y con armador

Medias tobilleras

Hermosos cintillos,

Pantalones cortos,

Cortes de cepillo

Colas de caballo, crinejas trenzadas

Van a dar las once,

Ya venden los tiques

A medio la entrada

Queda poco tiempo

¡Compremos barquillas y ricos helados!

Fresa, ron con pasas,

Chocolate o mantecado

¡Sonaron tres timbres!

¡Ya vamos a entrar!

¡El gato con botas!

¡Van a proyectar!

¡Tun, tun, tun, pirulí pirulero!

Se sienta adelante, quien llegue primero

¡Tun, tun, tun, pirulí pirulú!

¡Ya va a comenzar el Domingo Vermouth!

 

Luna de Tucupido

CUANDO LA NOSTALGIA Y LOS RECUERDOS SE TRANSFORMAN EN MUSA. TOMADO DE MI LIBRO: EN LAS PUERTAS DEL CIELO


Luna de Tucupido

Llegó el amanecer

Acuéstate y descansa

Que el sol sale también

Escucha las tonadas,

El canto del turpial,

Recoge a las estrellas,

No te hagas de rogar.

 

Escucha la vacada

Mugir en los esteros

Las voces de faena

Que llaman al llanero

Y deja que el sol brille,

En mí querido pueblo

Mira las garzas blancas

Adornando su cielo (bis)

 

Luna de Tucupido

Llego el anochecer

Ya brillan los luceros

Comienza a aparecer

Guardiana de la noche,

Regalo celestial,

Fanal de la sabana,

Espejo sideral

 

Luna de Tucupido

No dejes de brillar

Arrúllale su sueño,

Que puede despertar,

Fanal de la sabana,

Regalo celestial,

Arrulla el dulce sueño

De mi pueblo natal (bis).

 

Tucupido ave fénix

DE MI  LIBRO: AYERES DE TUCUPIDO, ESTADO GUÁRICO (CELEBRANDO SU PRÓXIMO CUMPLEAÑOS)

 

¡Que grande este pueblo mío!

asido en mi pensamiento

como el mismo Jesucristo

a la cruz del sacrificio

Tucupido yo te siento

la musa de mis cantares

cuna de mi nacimiento

y mis primeros andares

la palma y los morichales

dieron firmeza y valor

al valiente fundador

Anselmo  Isidro de Ardales

para ponerte en el hilo

de la historia y del mundo

desde entonces pueblo mío

eres guerrero y fecundo

porque nunca te amilanas

con sequías, ni aspavientos

ni con guerras, ni con plagas,

ni con duros contratiempos

pueblo valiente y florido,

estoico y siempre erguido

entre tantos avatares

maldades y desatinos

eres como un ave fénix

anidando en las centurias

empollando la esperanza

de sangre nueva y semillas

surgiendo de tus cenizas

una, y otra y otra vez

arando surcos de sueños

que en medio de un mar de nadas

vuelven siempre a florecer

 

Teresa Samele

Nació en Tucupido estado Guárico (1958). Docente y escritora venezolana. Autora de los libros En las puertas del cielo, Locuras, loqueras, locatas y loqueteras. Cantos de ensueño para mi patria niña. Leyendas, cuentos, cantares y tradiciones de Zuata, estado Aragua.

Además, cuenta con numerosas composiciones poéticas y musicales que se pueden conseguir en la Antología de Poemas de Teresa Samele, publicado en redes sociales. En la actualidad es conferencista a nivel nacional e internacional y forma parte de la Red Nacional de escritores y escritoras de Venezuela, del colectivo de Fabuladores del estado Aragua y del grupo Proyecto Expresiones, institución que congrega a escritores y poetas de Venezuela y todo el mundo.


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