Mena Herrera: Maestro pueblo y
poeta
José Argenis
Díaz
Mena
Herrera. Nació en Tucupido, estado Guárico (2 de enero de 1907 – 21 de
diciembre 2003). Residió en Villa de Cura. Poeta y docente. Llamado precursor
de la educación rural. Ejerció la enseñanza en institutos educativos de Guárico
y Aragua. Coautor con Tobías González y Roque Peñalver del poemario Tamanaco.
Textos suyos aparecen en la antología Zaetal que reúne a varios poetas de
Tucupido. Sus versos son catalogados por los entendidos como una expresión de
gran contenido dentro y fuera de la patria.
Instituciones
educativas del municipio Zamora llevan el nombre del Maestro Mena Herrera.
También fue pilar fundador de la EBN “Melicia Nieves de Tejada”.
Autobiografía
“Nací
en Tucupido, estado Guárico, el 2 de enero de 1907 a la una de la tarde. Para
la fecha de mi nacimiento el pueblo era uno de los cinco municipios del
Distrito Zaraza, que fue elevado a la categoría de Distrito Ribas el año de
1948. Mis padres fueron Victorio Cabeza y María Herrera Infante. Mi padre fue
hombre de letras, desempeñó en su juventud cargos de secretario en varios
pueblos de Guárico, Tucupido, El Socorro y Espino. Conoció mucho de leyes y fue
secretario del Juzgado de Tucupido. Fundó en éste, su pueblo natal, una escuela
primaria particular y se dedicó a la enseñanza durante muchos años de su vida.
Al tiempo de su muerte, acaecida el 5 de diciembre de 1925, a la edad de 56 años, regentaba su afamada “Escuela Independencia”.
Mi madre fue hija de agricultores y criadores (Ezequiel Herrera Cabeza y Cleotilde Infante). Tenía, como sus progenitores, afición a las labores del campo, por eso hizo que mi padre comprara una finca rural en el caserío Campo Alegre, cinco kilómetros. al sursureste de Tucupido. A esa finca me llevó mi madre a los dos años de edad.
A
los once años fui inscrito por primera vez como alumno de una escuela que
regentaba Rafael Ponce Camacho, quien había tenido como único maestro a mi
padre (en esos años mi padre ya no ejercía). Camacho fue un hombre ilustrado y
útil. Fue también, como mi padre, conocedor de leyes, maestro de escuela y
juez. Murió trágicamente en Villa de Cura, el año 1965, habiendo sido jubilado
años antes como Registrador Subalterno del Distrito Mariño del estado Aragua.
Con él estudié un año.
En 1919 ingresé como alumno de la Escuela Federal N° 12 de Tucupido, siendo mi maestro en este instituto don Teófilo Ruiz, educador y músico, natural de Lezama y fallecido de edad avanzada en Altagracia de Orituco. Venero mucho la memoria de este maestro ilustre.
Mi tercer maestro fue mi padre, que reanudó sus labores escolares en 1921. Con él, terminé mi educación primaria, sirviéndole a la vez de auxiliar en la alfabetización de los niños.
Muerto mi padre, quedó la “Escuela Independencia” en acefalía y los padres y representantes del alumnado quisieron que fuera yo el sucesor en el desempeño del cargo de Preceptor.
En 1936 me trasladé a Caracas y conseguí que me nombraran
Maestro de la Escuela Primaria y Cívica creada para funcionar en la
jurisdicción de San Diego de los Altos del estado Miranda.
Esta escuela Primaria y Cívica, fue elevada al nivel de Escuela Federal N° 1247 de cuya dirección me separé por motivos ajenos a mi voluntad. En San Diego de los Altos también desempeñé el cargo de juez y maestro de una Escuela Nocturna Municipal hasta 1940.
Ese mismo año vine a Villa de Cura y logré que el Gobierno del estado Aragua creara la Escuela Primaria Agraria N° 46, que fue después N° 86 y que ahora, elevada a una categoría superior, lleva el nombre de Escuela Cuyagua.
Después de trabajar en esta escuela desde el 1° de noviembre de 1940 hasta mayo de 1944, volví a Tucupido y trabajé desde ese mismo año como maestro de la Escuela Estatal N° 3 de Guayabito y Escuela N° 5 de Cerro Grande.
En 1958 regreso a Villa de Cura y trabajé como maestro de la Estatal N° 125,
creada el 1° de octubre de ese año para funcionar en Las Cenizas, hasta el 17
de febrero de 1964, fecha en que se me reemplazó, ocupando el cargo la maestra
Rosa Landaeta de Ovalles. Desde esa fecha quedé pensionado.”
Poemas
de Mena Herrera
Dios
En
tu sabiduría tan acabada
que,
no obstante, encerrar signos profundos,
puede
el hombre saber cómo los mundos
surgieron
desde el fondo de la nada.
Honda
expresión de la palabra hablada;
origen
de los términos rotundos;
causa
de los efectos sin segundos
bajo
la hermosa bóveda azulada.
Sabio
Señor, mostrándote a ti mismo,
fuiste
naturaleza en el abismo
y
espíritu y amor de omnipresencia;
y
a tu excelsa criatura – el hombre día-
en
rumbo astral, pusiste como guía
el
brillo de tu luz en su conciencia.
PALINGENÉSICAS
En
el año primero de la Era Cristiana
fustigaba
el verdugo y el tirano oprimía,
hace
ya veinte siglos y se ve todavía
la
barbarie imperante de esa fecha lejana
¿Habrá
cambiado en el mundo la condición humana?
¿habrán
roto los jueces su vieja cobardía?
yo
lo dudo...y presumo que tal vez hoy en día
haya
muchos que formen la caterva tirana.
Mientras
los hombres tengan el cerebro sin luz
y
un corazón que entrañe sentimiento mezquino
y
no entiendan a fondo la lección del Calvario,
Se
verá en cualquier parte enclavada en la cruz,
un
Pilato que juzgue, un sangrante Rabino,
una
copa de absintio y un soez victimario
Maiquetía, 1938.
Vida
aldeana
La
inspiración de Salomón campea
hecha
canción de amor por las hermosas
campiñas,
y entre huertas olorosas
nos
convida a morar junto a la aldea.
Grata
mansión en la que psiquis crea
urdiendo
los ensueños de las diosas
al
influjo de magias portentosas
el
ancho panorama de la idea.
Suave
rumor se siente en las mañanas,
la
religiosa voz de las campanas
entona
sus endechas matutinas.
Y
envuelta en un raudal de poesías
la
vida aldeana, va fluyendo el día,
sobre
la azulidad de las colinas.
San Diego de los Altos, 1938.
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