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Luís Hernández "Chito", vivirá en el recuerdo de los tucupidenses - FRANKLIN RODRÍGUEZ

 

Luís Hernández "Chito", vivirá en el recuerdo de los tucupidenses

 

FRANKLIN RODRÍGUEZ

 

E1 pueblo de Tucupido en pleno se volcó a la calle para participar en los actos celebrados con motivo de la despedida a Luis "Chito" Hernández, incansable luchador social y talentoso artista tucupidense, quien por disposición del creador, partió en forma repentina hacia su última morada.

Personas de todas las edades, de los sectores urbanos y del medio rural, gente vinculada al quehacer cultural, profesionales de todas las disciplinas y dirigentes sociales y políticos de las diferentes tendencias, acudieron al lugar del velatorio para expresar su pesar por la desaparición física del poeta, como muchos lo llamaban. Para darle el último adiós al amigo que siempre fue para todos aquellos que lo conocieron y con quienes compartió en algún momento de su vida, parte del gran caudal de sueños que nunca abandonó.

Tucupido, el Granero del Guárico, nombre con el que fue bautizado a finales de los años sesenta, como reconocimiento a su condición de emporio agrícola, también se ha caracterizado por ser cuna de muchos talentos que han puesto en alto su gentilicio. "Chito" formó parte de esa inmensa legión de tucupidenses que con su obra ha contribuido a enaltecer este pequeño rincón guariqueño, el cual quizás, muchos, en el contexto nacional, sólo conocen por haber sido el escenario de uno de los sucesos más trágicos para la gesta emancipadora, como fue aquel donde murió el general José Félix Ribas.

MIEMBRO DE UNA DINASTÍA DE MÚSICOS

El profesor Bernabé Gómez, reconocido trompetista con destacado desempeño artístico dentro y fuera de Venezuela, durante muchos años, siete de ellos con la orquesta Los Melódicos del Maestro Renato Capriles y dos con la Salsa Mayor de Oscar D` León, es nacido y criado en Tucupido. No solo conocía a Chito, su coterráneo, también fue su amigo y juntos compartieron en innumerables oportunidades.

Al referirse a Chito Hernández, Bernabé Gómez, dice, "Chito" perteneció a una familia que es una verdadera dinastía de músicos". Era hermano de Nelson Hernández, actualmente residenciado en Nueva York, quien se formó en la escuela del Maestro Napoleón Baltodano y perteneció a la famosa orquesta La Fania. Otro miembro de esa dinastía de tucupidenses que ha sabido cultivar con éxito el arte de la música y hacer que el nombre de Tucupido trascienda más allá de nuestras fronteras, es Arturo Hernández, quien vive en el pueblo, agrega Bernabé Gómez, quien tras una breve pausa explica que el desaparecido y siempre recordado José Hernández, a quien llamaban, José "la perra", un hombre que con una excelente voz y un carisma que lo hicieron merecedor del cariño de todos quienes lo conocieron y se convirtió en el animador y maestro de ceremonia de todos los eventos públicos que se realizaban en el pueblo, era igualmente miembro de esta familia.

UNA OBRA QUE LO HARA VIVIR EN EL RECUERDO DE LOS TUCUPIDENSES

Para hablar sobre la obra completa de Chito Hernández, sería necesario escribir un libro, o al menos, hacer un reportaje periodístico basado en un trabajo de investigación que facilite la recopilación de una serie de datos sobre hechos que durante años estuvieron ligados a la vida de este personaje.

La obra de Chito, sin lugar a dudas, es muy completa, por lo que seguros estamos, en torno a ella, abundan anécdotas sobre las parrandas, los sancochos, refranes y chistes, algunas veces vinculados a lugares emblemáticos, donde los protagonistas son personajes populares del pueblo. Es la vida del hombre, del artista, donde por supuesto, no deben faltar aquellas situaciones relacionadas, con romances, sentimientos y conflictos de la realidad cotidiana que en determinados momentos es impregnada por la nostalgia que brinda al artista la inspiración para escribir canciones y poemas como lo hizo Luis Alberto Hernández.

En Tucupido muchos recuerdan que en su juventud, Chito fue uno de los integrantes del grupo Impacto Juvenil que a mediados de los años setenta, se presentaba con música bailable de moda para la época, y con su ritmo alegre, ponía a disfrutar a todos los públicos que asistían a las fiestas que se escenificaban frente a la plaza Bolívar y en la Casa del Ganadero, con motivo de la celebración de los carnavales y en las Ferias de San Rafael.

Asimismo formó parte por más de treinta años de la agrupación conocida como Trio Tucupido, la cual fue decretada patrimonio cultural del municipio José Félix Ribas.

En los últimos tiempos también estuvo integrado a otra organización artística de la localidad, bautizada con el nombre de Reminiscencias, con la cual realizó una producción discográfica, que de acuerdo con la información obtenida, estará a la venta en los próximos días.

Chito no solo fue músico, cantante, compositor, poeta, articulista de periódicos regionales y cronista. Su pasión por el arte lo convirtió en un promotor cultural de iniciativa propia. De esta manera dedicó tiempo a organizar a los talentos naturales de esta parte del estado Guárico que no tuvieron la oportunidad de asistir a una academia para estudiar música o canto, con el propósito de que se mantuvieran activos y en una constante superación para un mejor desempeño en sus actuaciones como artistas.

En su rol de político, se destacó por su trabajo eficiente, primero como concejal y posteriormente cumpliendo funciones de prefecto por tres años durante el mandato del gobernador José Malavé Risso y luego, a lo largo de la gestión de Eduardo Manuitt.

Su labor política estuvo dirigida a la acción social para beneficiar a las comunidades, por lo que es difícil conseguir una cancha deportiva, una escuela que haya sido recuperada, una calle o un pozo para el suministro de agua potable en momentos de sequía, donde "Chito" no haya estado presente, expresó un dirigente vecinal.

Hace varios meses, la última vez que Chito conversó con el periodista que escribe esta nota, en Valle de la Pascua, le comentó que estaba produciendo un espacio radial musical en una emisora de Tucupido. "Estoy allí, haciendo lo que se puede por la música y por los artistas del pueblo". En esa oportunidad invitó al reportero a su programa para comentar sobre algunos temas que tienen que ver con el gentilicio tucupidense. El objetivo de esta cita no se logró concretar, por razones no atribuidas al poeta, sino a la ausencia casi permanente del invitado, quien cumple compromisos profesionales fuera de esta entidad.

Chito se marchó dejando el sabor amargo de la despedida en familiares y amigos. Sin embargo, dejó un legado que lo hará vivir a través del tiempo en el recuerdo de todos los tucupidenses. Por ello, no hay razón para las lágrimas. Él quiso que la alegría que siempre entregó a través de su música, canciones y poemas, siga presente en el corazón de todos y cada uno de los hombres y mujeres de esta tierra. Así lo plasmó en uno de sus poemas titulado Presagio, del cual se toman los siguientes fragmentos para cerrar esta nota.

"Cuando me lleven en hombros

que vengan del horizonte

todas las aves del monte

a darme la despedida

que no lloren mi partida

que trinen sin descansar

que no se sienta pesar

que reine mucha alegría

¡Florentino lo sabia

La muerte es un despertar!".


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