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César Díaz Ledezma - José Lugo


CÉSAR DÍAZ LEDEZMA:

UN FARO DE LUZ EN LA EDUCACION GUARIQUEÑA

(A PROPÓSITO DE SU CUMPLEAÑOS N°91)

 

Dr. José Aquiles Lugo García.

Cronista Oficial del Municipio Leonardo Infante

                            El objeto más noble que puede ocupar el hombre es ilustrar a sus semejantes

Simón Bolívar

Maiorum gloria posteris quasi lumen est

Salustio


Hoy arriba a un año más de feliz y productiva existencia el Profesor César Díaz Ledezma, egregio hijo de Jácome Abajo jurisdicción del Municipio Infante, donde vino al mundo un 22 de junio del año 1931; sus padres fueron Don Rafael Toribio Díaz, connotado músico y trabajador del campo, de quien heredó el amor por la tierra y la afición por la música y Juana de Jesús Ledezma, abnegada trabajadora del campo, del hogar y quien le transmitió el profundo amor a la humanidad. En un ambiente campestre fue creciendo el niño César, arrullado por el canto de las aves que parecían competir con el bramar de las vacas, consecuente testigo de la alegre, armoniosa y constante danza de los diversos sembradíos, al ritmo que marcaba el Dios Eolo.

En contacto directo con la naturaleza fue creciendo física y espiritualmente este niño campesino. Desde pequeño se sintió atraído por el estudio. Al inquirirle sobre sus estudios rápidamente responde que cursó sus primeras letras en la Escuela Federal N° 3314 en Jácome Arriba, cuando recién iniciaba la década del año 1940. Afirma que las maestras Emma Camero y Luz de Villasana iniciaron su formación. Menciona que continuó estudios de Primaria en el Instituto Venezolano dirigido por el Bachiller Alberto I. Padra y que allí fue discípulo del Bachiller Eustoquio Suárez, recuerda que frecuentemente se venía caminando desde Jácome hasta la escuela y viceversa, haciendo suyas sin saberlo las palabras de San Jerónimo: ‘Facis de necessitate virtutem’, ‘Haz de la necesidad virtud’; agrega que luego pasó a la Escuela de Varones Leonardo Infante donde cursó cuarto, quinto y sexto grado. Destaca que en ese Plantel, hoy desaparecido, sus docentes fueron: Maestro José Manuel Fuentes Acevedo, Maestro Rafael Pellicer, Maestra Judith Zamora, Maestra Emperatriz de Ortiz y el Maestro Rafael Vidal Guía, sus ojos brillan de alegría y su voz se entrecorta de la emoción cuando menciona a cada uno de estos grandes formadores, a quienes recuerda diáfanamente con profundo amor, respeto y admiración no obstante haber pasado en algunos casos más de 80 años de haber sido discípulo de esta pléyade de insignes maestros, cuyas vidas fácilmente transmitirían gran parte de lo que ha sido la educación en nuestro municipio y quienes entendieron como lo afirma el poeta Yeats, que la educación no es llenar un cubo sino encender un fuego y como lo manifiesta Turgot que el principio de la educación es predicar con el ejemplo.

Quiero resaltar que el Profesor César Díaz Ledezma no vaciló en mencionar cada uno de sus maestros de manera fluida, percibí su corazón henchido de emoción y es que los auténticos maestros se anidan en nuestros corazones, salvando las distancias comparé su emoción y agradecimiento con la expresada por el Libertador Simón Bolívar por su maestro Simón Rodríguez. Qué colosal obra educativa realizaron estos maestros guariqueños, al formar no solo el intelecto de este y otros tantos niños sino de formar su corazón el cual, por su evidente emoción, me atrevería a asegurar que estaba palpitando con tanta fuerza y vigor como en sus años infantiles.

En 1945, a la edad de 14 años ingresó a la Banda Municipal "Don Emilio López", dirigida por el Trompetista Nicaragüense Napoleón Baltodano, siéndole asignado el Clarinete. El Maestro Baltodano, observando el gran interés del joven por la música, gestionó en ese momento ante la Gobernación del Estado Guárico, su ingreso a la Escuela Militar de Música de San Juan de los Morros, lo cual no se concretó.

Siendo un adolescente, en el año 1949, César Díaz Ledezma por recomendación del Presbítero Ángel Polachini, entonces Párroco de la Iglesia Nuestra Sra. de la Candelaria de Valle de la Pascua ingresó al Seminario de Calabozo. De allí se trasladó al Seminario Interdiocesano de Caracas, dirigido por los Padres Jesuitas. En ese Seminario curso el Primero y Segundo año de Bachillerato, luego de lo cual decidió retirarse y optar por una Beca de 90 bolívares mensuales ofrecida por el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, la cual ganó, utilizando este dinero para sufragar los gastos de comida y alojamiento en la Escuela Normal Experimental Interamericana Genasio Rubio, en Rubio, Estado Táchira.


En esta escuela Normal alternó sus estudios con su participación en la Banda Municipal de Rubio. Se recibió como Maestro Normalista Rural en la Promoción "Luís Espelozín" en Julio del año 1955. El 16 de Septiembre de ese mismo año, es nombrado Maestro de segundo Grado en el Grupo Escolar Narciso López Camacho de Tucupido, siendo posteriormente ascendido a Subdirector en el mismo Plantel. Se une espiritual y legalmente en 1957 con la recordada Maestra del Grupo Escolar Rafael González Udis, Olga Teresa Méndez de Díaz, quien pasó al oriente eterno el 24 de junio del 2014. De esta amorosa unión nacieron 5 hijos María Libertad, Olga Milagro, César José, Toribio de Jesús y Mercedes Elena, prolongando su existencia a través de 9 nietos y 7 bisnietos.

Consciente de la necesidad de formarse permanentemente cursó estudios en el Pedagógico de Caracas, a donde viajaba prácticamente todos los fines de semana, obteniendo el título de Profesor en Geografía e Historia. Tan pronto como se gradúa ingresa como Profesor de Geografía e Historia al Plantel "Víctor Manuel Ovalles”, donde al poco tiempo es designado Director, hasta su traslado al Liceo José Gil Fortoul de Valle de la Pascua, institución donde dictó también las cátedras de Geografía e Historia, al igual que en el Colegio Juan German Roscio, donde laboraba junto al insigne educador y luchador social Padre Rafael Chacín Soto.

Fue el Primer Supervisor Jefe del Distrito Escolar en Valle de la Pascua, cargo que ejerció hasta su Jubilación en el Año 1984. Siendo importante resaltar que en esa época el Distrito Escolar estaba conformado por los Distritos: Infante, Ribas, Zaraza, El Socorro, Santa María, Chaguaramas y Las Mercedes, prácticamente medio estado. Es decir que debía supervisar las escuelas de 7 municipios del estado, función que actualmente desempeñan 7 responsables junto a un equipo no menor a 30 docentes cada uno para cumplir con la función supervisora que durante aquellos años la desempeñó el Profesor Díaz Ledezma prácticamente en solitario. En aquellos años el Distrito Escolar de Infante, no contaba con sede, por lo que en una muestra de desprendimiento y compromiso habilitó un anexo en su casa de familia para que funcionara dicha dependencia.

Hace tres años le acompañé a un acto fúnebre en Tucupido y me sorprendí cómo en nuestro caminar desde la Plaza Bolívar al cementerio gran cantidad de personas a nuestro paso comentaban con sorpresa y alegría "ese es el Maestro Díaz", "mira al Maestro Díaz" acercándose y rodeándolo inmediatamente para saludarlo con una emoción indescriptible, eran adultos muy alegres de ver a su maestro, sus nostálgicas miradas y actitud de respeto eran indicios inequívocos de la emoción de ver a quien los formó, a quien dejó una huella imborrable en sus mentes y más importante aún en sus corazones. Pude observar unas sonrisas cómplices, quizás rememorando alguna tremendura infantil. Desde mi percepción, aunque todos rebasaban ampliamente los 70 años, en el fulgor de sus miradas aún podía sentir el otrora niño, el escolar que acudía a su maestro para disipar una duda o solo para saludarlo con todo el respeto y espontáneo afecto. En Valle de la Pascua las muestras de cariño y agradecimiento también son prodigas.

El Maestro Díaz, es un eximio cronista con profusos trabajos sobre el acontecer histórico local. Se hizo merecedor del premio a la mejor canción inédita en el Festival Panoja de Oro año 1995, ha escrito varios libros sobre temas filosóficos e históricos como "Sombras Camino y Luz" y "Por los caminos de la Alba", ha resaltado los valores culturales de su amada Valle de la Pascua, del estado y de su país a través de numerosas composiciones musicales de diversos géneros, las cuales son una oda al amor, a la vida, al trabajo, al campo, no satisfecho con esto tiene un poemario intitulado "Preludio en Llano Mayor" un canto al llano y su gente. Ha grabado discos con temas navideños, románticos y llaneros. Es ejecutante del cuatro, la mandolina y el clarinete.


El Profesor Cesar Díaz, ha fortalecido el sentido de pertenencia local mediante la composición de himnos a las instituciones educativas de la localidad como los Liceos Bolivarianos José Gil Fortoul, Juan José Rondón, Monseñor Chacín Soto, Víctor Manuel Ovalles, E.T.A. Luís González, de los grupos escolares José Manuel Fuentes Acevedo, Mariano Montilla, María Belisario de Sánchez, Lourdes Camero, Narciso López Camacho, de los Colegios Francisco de Miranda y Juan Pablo Pérez Alfonzo y de la Escuela Leonardo Infante. Es autor del Himno de la Respetable Logia Templo Pitagórico, de la cual es miembro honorario. Es además autor de los himnos oficiales del Municipio Leonardo Infante y José Félix Ribas, ambos seleccionados a través de un concurso, los cuales reflejan la historia e idiosincrasia de estas patrias chicas.

Entre los numerosos reconocimientos recibidos destacamos que fue declarado hijo ilustre de la ciudad de Valle de la Pascua, además se le otorgó la Orden Monseñor Rafael Chacín Soto, la Orden Leonardo Infante, la Orden Gabriel García Márquez, la Orden Salvador González, todas de gran valía, pero ninguna supera el agradecimiento de un pueblo beneficiario de la obra educativa de este humilde y sabio maestro.

El Maestro Díaz, continúa siendo un contertulio de rica y variada plática con experticia en trasladar al oyente al mismo sitio de los hechos, sin importar lo remoto que este se encuentre, por la propiedad de su discurso en múltiples temáticas, a menudo socializamos diversos tópicos, frecuentemente bajo la egida de Baco, quien fiel a sus facultades hace más fructíferos estos intercambios dialecticos.

Hoy cuando cumple 91 años de edad, el Maestro Julio César Díaz Ledezma se encuentra bien de salud, con actitud positiva ante la vida, en pleno uso de sus facultades mentales, más activo que nunca realizando asesorías académicas a estudiantes, dictando conferencias, escribiendo libros, poemas, canciones, participando en programas de radio y haciendo reflexiones que expresan sus vivencias.

A través de su obra y de su accionar de vida, ha manifestado siempre preocupación por el mantenimiento del acervo cultural del pueblo venezolano y el reimpulso de sus valores, especialmente en Valle de la Pascua.

El Maestro César Díaz Ledezma es un formador de generaciones, es otro valor Vallepascuense, Guariqueño y Venezolano que debemos difundir e imitar para fortalecer nuestro sentido de pertenencia, gracias a la vida que le ha y nos ha dado tanto.

Gracias por avivar la luz de la esperanza, incentivar la imaginación y ser fuente inagotable de inspiración, de amor por el conocimiento y los valores que nos permiten ser mejores ciudadanos. ¡Levantemos nuestra copa y brindemos!

Salud y Feliz Cumpleaños maestro de maestros.


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