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DEOGRACIO RENGIFO, GRAN REVOLUCIONARIO TUCUPIDENSE - NARCISO PEDRIQUE ESCORCHE

 

BIOGRAFÍA

Nombre:

Deogracio Ildefonso Rengifo

Lugar de Nacimiento

Tucupido, Estado Guárico

Fecha de Nacimiento:

23 de Enero de 1885

Madre:

María de la Paz Rengifo

Hermanos:

Tuvo dos hermanos

Compañera de Vida:

Josefa Arévalo

Hijos:

María de la Paz Rengifo Arévalo

Reina Rengifo Arévalo

Aurora de Jesús Rengifo Arévalo

Juan Bautista Rengifo Arévalo

Víctor Peñalver (Hijo Natural)

Fallece:

02 de Agosto de 1964


Deogracio Rengifo fue un gran revolucionario tucupidense que en los tempos del gobierno del General Juan Vicente Gómez luchó incansablemente hasta ver el derrocamiento de ese régimen en el país.

Deogracio Rengifo es mencionado en algunos documentos y libros como gran luchador al lado del General Emilio Arévalo Cedeño, quien fue su compañero.

Rengifo y Cedeño fueron grandes luchadores por la libertad del hombre en toda esta zona de los llanos venezolanos.

Este hombre tucupidense tuvo lucha ideológica y armada desde San Fernando de Atabapo.

El gran revolucionario tucupidense abandonó su pueblo en varias oportunidades para seguir con la lucha de derrocar al General Gómez con otros paisanos de este pueblo como lo fueron Filomeno Hernández, Roso Mendoza, Manuel Soto y otros.

Después de tantas luchas revolucionarias Deogracio Rengifo decide venirse a su pueblo natal a desempeñarse como policía y Jefe Civil para implantar orden y respeto en este pueblo por muchos años.

ENTREVISTA

Un Tucupidense en Rio Negro

Uno de los hechos más sangrientos sucedidos a comienzos del siglo XX fue la que se conoce en la histona como Matanza de Rio Negro. Esta degollina comenzó el 8 de Mayo de 1813; cuando Tomas Funes y sus secuaces asaltaron al Gobernador Roberto Pulido en San Fernando de Atabapo, Esta lucha encarnizada fue por el afán de dominar los inmensos recursos de ese rico territorio principalmente la sarrapia, balata, oro, etc. En una sola noche cayeron muertas a machetazo limpio veintidós personas. Pero dejemos que hable un protagonista de esos sucesos, el tucupidense Deogracio Rengifo, quien para ese entonces era oficial del Gobernador Roberto Pulido, Así se lo contó al historiador Armas Chitty el 16 de Enero de 1960 en Tucupido: "Yo me fui a trabajar con Víctor Fernández, un español que vivía en Atures — dice Rengifo — en el transporte de mercancías entre Puerto Rico y Salvajito. También trabajamos en goma y algunas sarrapias. Esto era en 1910. Un año después, habiendo conocido a Roberto Pulido, quien llegó de Gobernador a San Fernando me uní a él. El primero de Mayo de 1913 subimos en gira oficial hasta San Carlos de Río Negro, y el 8 regresamos a San Fernando, Tomás Funes nacido en Rio Chico, había llegado al territorio después de la Libertadora y trabajaba como gomero y deseaba controlar este comercio. El año 13 tenia Funes como 300 hombres, con los cuales asaltó a Pulido en San Fernando. Yo me hallaba en el botiquín de los Maggi, y cuando vi que pasaba mucha gente a la gobernación salí hacia esta, entrando por detrás. A Pulido le asaltaron su pieza; primero le cruzaron el estomago de un tiro: agarró un Wínchester y disparó al azar cinco veces. Balbino Ruíz, de Rio Chico, le dio un machetazo en la nuca y cayó. Luego mataron a Alberto y Antonio Espinoza. A Juan Espinoza Delepiani lo apresaron en su casa y herido lo mataron a machetazos. Esa noche murieron el doctor Baldomero Martínez, Jacinto Lara y Julio Capechi.

En un momento cayeron veintidós personas y el negro Soublette, espaldero de Pulido. Entre el 8 y el 11 de Mayo murieron ciento veintidós personas. Funes se encargó del gobierno y de los bienes de todos, esa noche, continua Rengífo, hui de San Fernando acompañado de Joaquín Palencia, quien le sirvió de baquiano al General Emilio Arévalo Cedeño, cuando en 1921 tomó a San Fernando y acabó con Funes. Nosotros huimos en una curiara, río abajo, hasta Varadero, y entramos por Caño Tuparo, luego por agua hasta Salvajito y por tierra alcanzamos a Puerto Rico. Funes mandó una lancha a perseguirnos y nosotros oíamos, metidos en el bosque, el motor de la lancha que iba y venía. Por fin nos hicieron presos en Atures, junto con Pablo Montilla, Pedro Miguel Rivero, él maestro Pedro y dos ingleses.

En Atures estuvimos presos desde el 12 de Mayo al 17 de Agosto, en que nos libertamos a machetazos. Todos los días nos sacaban a trabajar, y el último mes nos encarcelaron. Sacaban a la gente de dos en dos, y nadie regresaba, Ramón Yánez nos dijo un día: “A ustedes no es a buscar ganado que los sacan, sino para matarlos. Fíjense que nadie vuelve” y era la verdad. Los siete que quedaban nos preparamos, y como un día empezó a llover, el oficial de guardia resolvió bañarse y colgó de la pared su machete liniero.

Los siete éramos Palencia, Rafael Rivas, Marrero, Maestro Pedro, y los ingleses. Había dos centinelas en la puerta. Yo ataqué a uno y Palencia al otro. Avanzamos hacia la jefatura, donde me salió el Jefe Civil, Julio Sandes, quien me disparó un tiro. Me fui adentro, le di un machetazo y le quité el revólver, tres Winchester y un mauselin, con una canana de sesenta tiros. Corrimos hacia el puerto y nos atacaron los soldados del cuartel que eran sesenta. Les matamos a varios, tomamos las canoas, dispersamos las otras carcas que estaban en el puerto y, recibiendo plomo, huimos hacia el Meta y después por Orinoco hacia Las Bonitas.

Los soldados de Funes alcanzaron al otro día a Maestro Pedro y a un inglés y los mataron. A la señora de Pulido la violó en Atures, González, el segundo de Funes, y después se la echó a la tropa. Tomasa Malavé querida de González, viendo que éste mató en Maipures a un joven y como la mujer anotaba las muertes en un papelito, violentamente le quitó el papelito y al mirar la lista la mandó a tirar, con las manos amarradas en el Raudal de Camejo. Al carpintero Eduardo, del General Víctor M. Aldana lo hizo matar Funes de una estocada desembarcando en Maipures". Se dice que en esa época en los combates a machetazo limpio, las cabezas rodaban por el suelo. Y en el fragor de la lucha cuerpo a cuerpo solo se oía el chasquido al choque del machete con la nuca igual que cuando se corta una mata de topocho, como una batalla en el pueblo de Chaparro que un guerrero siguió combatiendo, sin Cabeza, por varios minutos solo guiado por el instinto y lo caliente de la sangre. Parece un episodio de la guerra a muerte.

ANÉCDOTAS

Se decía que en Tucupido en los tiempos que era Deogracio Rengifo Comandante de la Policía no pudo hacer en este pueblo sus rubieras Nicolás Felisola, quien tenía poder político y económico y todo lo convertía en hechos de desorden y hechos sangrientos porque de inmediato era desarmado y arrestado.

Otra anécdota.

En una visita que hiciese el gobernador del Estado al pueblo, llegó una orden emitida de San Juan de los Morros días anteriores que había que desarmar a la población mientras que estuviese dicho visitante.

Hubo un hombre de nombre Antonio Machado que no quiso entregar su arma por soberbia y Deogracio Rengifo fue personalmente y lo desarmó.

Machado entregó el arma jurando que cuando Rengifo se la devolviese lo mataría.

Un Viernes Santo Machado desafió a Rengifo en la Plaza Bolívar de este pueblo Rengifo le dijo que disparara primero, Machado falló los cinco tiros ante la humanidad de Rengifo quien le contestó "Yo si no voy a fallar" y de un solo tiro lo asesinó en legítima defensa.

Quiero marcar con esta ponencia de un héroe revolucionario tucupidense que luchó al lado del Tuerto Vargas, cuyo nombre lleva la Estación de Ferrocarril "Dos Caminos — Ortiz" y de Emilio Arévalo Cedeño cuyo nombre lleva la Estación de Ferrocarril "Valle de la Pascua" y por qué no ha de llamarse la Estación de Tucupido: DEOGRACIO RENGIFO.

"La histona la escriben los vencedores".

"'Y por ser Tucupdenses somos vencedores”.


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