Ponencia presentada en el II ENCUENTRO DE HISTORIADORES Y CRONISTAS
CONMEMORACIÓN DE LOS 250 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL
PUEBLO DE INDIOS DE SANTO TOMÁS DE TUCUPIDO Tucupido – Estado Guárico, 20 y 21
de mayo de 2010
DR. FELIPE
HERNÁNDEZ G.
PROFESOR
TITULAR. UNESR
felipehernandez56@yahoo.es
Como
es sabido, el apellido es el nombre antroponímico de la familia con que se
distingue a las personas, y la antroponimia u onomástica antropológica es la
rama de la onomástica que estudia el origen y significado de los nombres
propios, incluyendo los apellidos.
Con
estas premisas como referente, exponemos que Arveláez, Arbeláez, Arvelaiz, y
otras grafías, es un apellido de origen vasco, en cuya lengua se escribe y se
pronuncia Arbel-Aitz. Expresión que tiene dos significados, a saber: 1) Árbol
frondoso, y 2) Piedra de pizarra o simplemente pizarra. La castellanización de
la palabra Arbel-Aitz lo convirtió en Arbeláiz, porque en lengua vasca no
existe el sonido "V" o “UV”, y está incluido entre los llamados
apellidos toponímicos porque derivan del nombre del lugar donde vivía, procedía
o poseía tierras la persona o familia asociada al apellido. Muchos se
encuentran precedidos de la preposición "de", "del",
"de la" o simplemente son gentilicios. Merece destacarse, que los
apellidos toponímicos son muy numerosos en español especialmente los apellidos
navarros y vascos, en particular aquéllos que siguen a un sobrenombre.
Supuestamente los primeros arvelaez provienen de familias nómadas o gitanas,
específicamente del pueblo de bolivar. Asentándose en el País Vasco,
primordialmente en Guipúzcoa, y específicamente en la ciudad y municipio de
Irún.
Admiten
los tratadistas como un solo linaje las diversas grafías del apellido, con casa
solar de Arbelaez, según consta en el expediente de pruebas de nobleza de un
Caballero de la Orden de Santiago, de este linaje, cerca de Bidasoa, a media
legua de Irún – Guipúzcoa, donde
fundaron el Palacio de Arbelaiz, cerca de la plaza de San Juan. Otras casas de
Arbelaez, dimanadas de la de Irún, se radicaron en las proximidades de la villa
de Motrico y en el valle de Oyarzun también en Guipuzcoa. De ahí pasaron a
Vizcaya, Sevilla, Colombia y Venezuela.
Geográficamente
la ciudad de Irún está situada al Noreste de la provincia de Guipúzcoa, en la
depresión sublitoral de la desembocadura del río Bidasoa que históricamente ha
hecho de frontera natural entre España y Francia, río que a su vez, desemboca
en el mar Cantábrico en la bahía de Txingudi. Pertenece al partido judicial de
San Sebastián. Se encuentra rodeada de montes, destacando el macizo granítico
de Peña de Aia, formado durante la Era Primaria; Jaizkibel de arcillas de la
Era Terciaria, así como los montes de Erlaitz y San Marcial, de donde
descienden regatas que fluyen al Bidasoa. Ocupa una extensión de 42,8
Kilómetros cuadrados, sobre una altitud de 5m sobre el nivel del mar. Por su
situación geográfica es una ciudad abierta, lugar de encuentro y de paso y
también ideal para instalarse.
El
origen de Irun se remonta a la época prerromana, según testimonio del
historiador Estrabón y otros historiadores romanos que hacen referencia a
Oiasso, una de las ciudades de los vascones y que excavaciones recientes han
puesto al descubierto en diferentes zonas de la ciudad, entremezclados con el
asentamiento romano, en el entorno de la parroquia del Juncal y de la ermita de
Santa Elena.
El
topónimo Irun, significa la ciudad, lo que denota el carácter protagonista que
ésta desempeñó en aquellos tiempos; aunque no existe constancia desde cuando se
llama así. En el siglo XVII, un personaje muy célebre a quien se considera uno
de los primeros portadores del apellido, fue don Juan de Arbeláez, del castillo
de Irún, quien ya muy longevo, en 1640, testó y fundó un mayorazgo.
Si invocamos el uso de la palabra genearca, entendida como la persona cabeza de una familia o clan que deja una abundante descendencia, y por extensión llamando así al fundador de un linaje o apellido en un determinado país o zona geográfica. El genearca del apellido Arbeláiz en Venezuela fue don Juan Bautista Arbeláiz Altuna y Legarra Eleizalde, por cuanto fue él, el primer portador de ese apellido que vino a esta tierra de gracia.
DON JUAN BAUTISTA ARBELÁIZ ALTUNA Y LEGARRA ELEIZALDE nació en Irún hacia el año de 1740 y vino a Venezuela con la Compañía Guipuzcoana en 1758, cuando contaba con 18 años de edad, su paisano don Joan Manuel de Berroeta, también vasco, lo llevó al Oriente del Guárico, específicamente a Santa María de Ipire y en el año 1764, lo casó con su hija Rita Berroeta del Peral, con quien procreó ocho hijos.
Don
Joan Manuel de Berroeta había venido a Venezuela a principios de la tercera
década del siglo XVIII como funcionario de la Compañía Guipuzcoana en los
almacenes de San Sebastián de los Reyes y San Rafael de Orituco; en Altagracia
de Orituco, se casó con Mariana del Peral Guedes Ábila Feria, hacia el año
1735. Su primer hijo nació en Chaguaramal de Perales (hoy Zaraza) en 1737, se
llamó Miguel Francisco Berroeta del Peral. Lo que indica que de Santa María de
Ipire se expandieron hacia Zaraza y Aragua de Barcelona, puesto que la hija
mayor de Juan Bautista Arbeláiz Altuna y Legarra Eleizalde y Rita Berroeta del
Peral, de nombre Gracia Feliciana Arveláiz Berroeta fue casada con Pedro
Amparan y Orbe, hermano de don Vicente Emparan y Orbe, el gobernador que renunció
en el balcón del Cabildo de Caracas, ante el rechazo del pueblo el 19 de abril
de 1810, diciendo: “Si ustedes no quieren mi mandato yo tampoco quiero mando”.
Apunta
Manuel Soto Arbeláez (2010) lo siguiente: En verdad la feracidad de las tierras
unareñas ejercía una atracción irresistible sobre los vascos españoles venidos
a América con la Compañía Guipuzcoana. Era el verdor, y la fertilidad, un imán
para esos hombres acostumbrados a las estrecheces de las heredades del
mayorazgo milenario que imperaba en las vascongadas. No podía haber futuro en
paños de tierra tan labrados a través de los siglos, con el hermano mayor
ejerciendo una dictadura tutelar de por vida. Euzcadi era insoportable para un
joven ambicioso, para un soñador, para un hombre emprendedor. Ese
aletargamiento hizo que en 1758 el vizcaíno se alistara en la nomina de la
compañía concesionaria de la administración de las rentas portuarias
venezolanas, embarcándose en busca de la tierra feraz prometida, tras un futuro
seguro por conquistar.
Primero
hizo de burócrata en oficinas de la compañía en La Guaira y Caracas. Desde esta
última se encaminó primero a San Sebastián de los Reyes y posteriormente, ya
independiente al Orituco, para emprender viaje hasta la zona mesopotámica que
forman los ríos Ipire, Unare y Quebrada Honda, hacia el antiguo asiento
poblacional de San Miguel de la Nueva Tarragona en el Batey, según denominación
que Joan de Orpín diera a esas tierras, como hemos anotado.
En
la cuenca del Unare y especialmente en Aragua de Barcelona y en Chaguaramal de
Perales comienza a desarrollarse y a expandirse este apellido. Diferentes
distorsiones lo han hecho devenir en diversas acepciones, a saber: Arveláiz,
Arveláez y Arbeláez, Arvelae, Arvelaes, Alvelais, Alvelaes, etc.
Juan
Bautista llega a Chaguaramal firmando como “Arueláiz”, como puede verse en un
poder que le confirieron los habitantes de Santa María de Ipire al Pbro. José
Vicente Machillanda, para que solicitara la creación del curato para el sitio
de Chaguaramal del Batey, como desmembración del de Santa María. La costumbre
de firmar con una V -uve para los españoles- o con la U, era muy frecuente en
tiempos de la Colonia, por que su sonido era común. Esto hace que el uso del
apellido con la V sea, actualmente, la mayoritaria en Venezuela, a diferencia
de España, Colombia y el resto de América, donde el uso predominante es con la
B, como debería ser. En todo caso, todos los que llevan este apellido en
nuestro país -a excepción de los de Barquisimeto, que vienen de Colombia-, son
descendientes de este español oriundo, posiblemente, de Irantzu-Irún,
(Guipúzcoa), o de Motrico-Oyartzun, (Vizcaya), sitios donde él abunda.
Los
hijos de Juan Bautista y Rita Ignacia, fueron:
1.
Manuel Antonio Arveláiz Berroeta, (MAAB) sacerdote en 1786, no tuvo sucesión.
(1765-1822)
2.
Juan Bautista, primero fue sacerdote. En 1789 ahorcó los hábitos clericales
para casarse en Valle de la Pascua en 1796 con Merced Álvarez Arzola. Padres de
Cipriano Arveláiz Álvarez de los primeros asentados en Agua Negra, caserío ubicado
entre Tucupido, Santa María de Ipire y El Socorro. Allí tuvo una hacienda
llamada Mayalito.
3.-
Bárbara Arveláiz Berroeta. Casó con don Francisco Hernández, (1798). Fue una de
las primeras familias asentadas en El Socorro.
4.
Pedro Vicente Arveláiz Berroeta c/c María Feliciana Apodaca y Vargas Machuca,
su parienta en tercer grado de consanguinidad. Fue de los primeros en asentarse
en Agua Negra.
5.
Gracia Feliciana (Graciosa) Arveláiz Berroeta. Casada con don Pedro Amparan,
iniciador de este linaje en Aragua de Barcelona.
6.
Miguel Francisco Arveláiz Berroeta. Casado en Aragua de Barcelona, en 1806, con
doña Josefa Francisca Chacín y Escala. En algunos documentos doña Josefa
aparece como Chazzín. De allí vienen los Amparan (Emparan y Orbe), Parés, Lander,
Montbrun, Gago, Baca, entre otros apellidos del Oriente del Guárico y de
Venezuela.
7.
Juan Evangelista Arveláiz Berroeta. No se le conoce sucesión.
8.
José Antonio Arveláiz Berroeta, (JAAB), también conocido como “Pepe”. Primero
cura (entre 1796-1809). Ahorcó los hábitos clericales y se casó en 1812 con
Josefa (Chepa) de Toro, en Aragua de Barcelona. Nació en 1773, en Chaguaramal
del Batey.
De
esta estirpe provienen todos los portadores de este apellido en el Oriente del
Guárico y en muchos sitios de nuestro país y del exterior.
Para
concluir, les presento un poema escrito por escritor colombiano Jotamario
Arbeláez, que es una alegoría al devenir de esta estirpe, se titula:
ANTEPASADOS
Mis
antepasados entraron a sangre y fuego en América conquistando y arrasando.
Mis
antepasados se defendieron con los dientes de esta invasión de bárbaros.
Mis
antepasados buscaban el oro para cuadrar las arcas de sus monarcas y saciar sus
propias sedes.
Mis
antepasados ocultaron el oro de sus ritos al sol bajo tierra y bajo las aguas.
Mis
antepasados nos robaron la tierra.
Mis
antepasados no pudieron recuperarla.
Cómo
siento en el alma no haber estado en el cuerpo de mis antepasados.
¿De
parte de cuál de mis antepasados me pondré contra cuáles?
REFERENCIAS
ARBELAEZ,
Jotamario. (2008): Antepasados. Publicado en: Prometeo. Revista Latinoamericana
de Poesía. Número 84-85. Julio de 2008.
BERGASA,
Víctor, Miguel Cabañas, Manuel Lucena Giraldo, y Nikita Harwich Vallenilla.
(2009): ¿Verdades cansadas? Imágenes y estereotipos acerca del mundo hispánico
en Europa. París – Francia: Publicaciones Nuevo Mundo. Colección Historia.
Nuevo mundo - mundos nuevos / Nouveaux mondes - mondes nouveaux.
http://www.mascipo.fr/Nuevo-Mundo-Mundos-Nuevos.html.
BLOCH,
Marc. (1975): Introducción a la Historia. México: Fondo de Cultura Económica.
DE
ARMAS CHITTY, J. A. (1983): Zaraza: biografía de un pueblo. Caracas: Academia
Nacional de la Historia.
FEBVRE, Lucien. (1975): Combates por la Historia. España: Editorial Ariel.
GONZÁLEZ
CHACÍN, Julio José. (2010): Emparan y Amparan. Domingo, 1 de octubre de 2010,
en: juliogonzalezch@gmail.com
SOTO
ARBELÁEZ, Manuel. (2010): Arbeláiz, Arbeláez, Arvelaéz. Jueves, 6 de mayo de
2010, en: manuelsotoarbelaez@yahoo.com
SOTO
ARBELÁEZ, Manuel. (2010): La ambición le salía por los ojos. En: El Guárico
Oriental IV. (Mimeografiado).
SOTO
ARBELÁEZ, Manuel. (2006): Palacio de Arbeláiz en Irún Guipúzcoa, España. San
Juan de los Morros: Diario El Nacionalista, 31 de mayo de 2006. p. 5.
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