Ponente: Sor.
Maigualida Carpio
La
Congregación Religiosa “Hijas de María Madre de la Iglesia”, antes titulada
Amantes de Jesús e Hijas de María Inmaculada, fundada por una excepcional y
sencilla mujer del siglo XIX español, llamada Matilde Téllez, es ya
cincuentenaria en Tucupido.
El
21 de Noviembre de 1956, Tucupido
despertó con alegría y gran expectativa de recibir por primera vez a cinco
religiosas que caracterizadas por una fe profunda y notable espíritu misionero,
dejaron patria, familia y seguridades para embarcarse en el Vapor Auriga e
iniciar la aventura apasionante de evangelizar y conquistar nuevos corazones
para el Señor. Estas religiosas fueron solicitadas a España por Mons. Rafael
Arias Blanco, obispo de Caracas, quien encausó la inquietud de un Comité
pro-colegio integrado por notables personalidades del pueblo, entre ellos, el
Párroco Padre Rafael Zúñiga Cisneros,
Don Alejandro Rodríguez Guzmán, Blanca Hernández de Gallucci, Luisa Balbi,
Marbella de Hernández, entre otros, quienes
aspiraban para sus hijos y familiares una educación católica, de
calidad, con formación en valores y de alto nivel de preparación humana e
intelectual.
Don
Alejandro Rodríguez, tucupidense preocupado por el bienestar y progreso del
pueblo, es el responsable de recibir a M. Milagros Benito Cacho, M. Luz Suárez
del Pino, M. Margarita Díaz Díaz, M. María Aroca y M. María Luisa Astudillo,
quienes en adelante serán reconocidas como las “Monjas” fundadoras del Colegio
María Inmaculada. También se unen a este gran proyecto fundacional nuevas
religiosas venidas de España en varios contingentes para reforzar la fundación
de Tucupido y abrir nuevas fundaciones en Caracas y Valencia, entre ellas se
recuerda con cariño a Milagros Mateos Ibáñez, Teresa Aparicio, Teresa Carlos, Justa Porteros, María Jesús Sánchez Bailón,
Flérida Marcos, María Josefa Merino, Teresa Orosa, Fernanda Fernández, Gloria
Mosteiro, Alicia Bica, Amparo Gutiérrez, María Auxiliadora Vega, quien falleció
en esta tierra tucupidense dejando a su paso un grato recuerdo de humildad,
entrega y servicio desinteresado, sus restos reposan en el cementerio del
pueblo y la Biblioteca del Colegio lleva su nombre, recordando de este modo, a
las nuevas generaciones que la semilla buena sembrada en tierra fértil produce
frutos abundantes y los de Sor. María,
fueron notorios. En cincuenta años de presencia congregacional, más de
cuarenta Hermanas han pasado por esta comunidad
entregando vida y corazón en la difícil tarea de educar, en la formación
de niñas y adolescentes de escasos recursos bajo régimen de internado, en la
proyección social de campañas de solidaridad, catequesis en barrios y caseríos
adyacentes al pueblo, asistencia a los enfermos y formación religiosa a través
de grupos de oración, estudio bíblico y coral, entre otros. En la historia Ribense
las Hijas de María Madre de la Iglesia han escrito y siguen escribiendo muchas
páginas con el sello peculiar que las caracteriza: Maestras espirituales y
formadoras de muchas generaciones de Tucupidenses.
Herederas
del Espíritu y Carisma de Matilde Téllez, estas religiosas llegaron para
quedarse y brindar un servicio educativo-evangelizador a la población. Con el
apoyo económico de Don Alejandro Rodríguez se establecen en una casa de su
propiedad -con derecho a compra- ubicada en la calle Zaraza, cerca de la Plaza
Bolívar, la cual fue adquirida por un monto de 100.000 Bs. cancelados en
módicas cuotas mensuales de 1.000 Bs.
El
Colegio María Inmaculada abrió por primera vez sus puertas el 7 de Enero de
1957 con 6 grados (1ero a 6to) y 70 alumnos, matrícula que fue aumentando en el
transcurso del año escolar. La Madre Milagros Benito Cacho fue la primera
Directora y maestra de 5to y 6to grado, M. Margarita Díaz Díaz maestra de 3ero
y 4to, M. María Aroca Muñoz maestra de 1er grado, M. María Luisa Astudillo
maestra de 2do grado y M. Milagros Mateos Ibáñez, maestra de Kinder. En 1958-59
se impartió el curso de mecanografía, clases de comercio, manualidades, corte y
costura, taquigrafía y música. En el año
escolar 1959-1960 se aperturó la clase de Educación Normal, obteniéndose la I
Promoción de Maestras en 1963, denominada “M. Milagros Benito Cacho”; el acto
académico se celebró en el Teatro Ribas y fue un gran acontecimiento para el
pueblo. Lamentablemente duró pocos años
la formación de docentes normalistas debido al
superávit existente de maestras.
Con
el crecimiento del colegio, crece también la necesidad de ampliar la sede para
prestar un mejor servicio, por ello, se adquieren en 1962, las casas de Betania
Soto de Urbaneja y Ana Victoria Guevara a fin de derribarlas y mejorar la sede
del colegio. Estos gastos fueron sufragados por la Compañía Petrolera Shell,
sede Taloven, a cambio de adelanto de honorarios por servicios educativos
prestados a los hijos de los trabajadores. La compañía petrolera tramitaba la
inscripción de cada alumno y cancelaba el año escolar en el momento de
inscripción.
Desde
su Carisma Eucarístico y Mariano, las Hijas de María Madre de la Iglesia proyectan
su misión a través del servicio educativo, sanitario, social y asistencia
religiosa reflejada en los diversos apostolados propios de cada comunidad y las
necesidades del entorno. Es justo traer a la memoria el Grupo de acción
católica dirigido por Sor. Margarita Díaz, el Grupo de Canto dirigido por Sor.
Milagros Mateos. La Estudiantina dirigida por Sor. Teresa Orosa. Como bien
recordaba Madre Milagros Benito en su discurso del 20 de enero de 2007, con
motivo de la celebración de los 50 años: “Nosotras les enseñamos a ustedes:
Matemáticas, Castellano, Biología, pero
ustedes nos enseñaron sencillez, acogida, generosidad, a bailar joropo, montar
a caballo, jugar carnaval… los mejores años de
mi vida los he pasado aquí, por Tucupido siento algo especial. Me siento
honrada de ser hija adoptiva e ilustre
de este pueblo”.
Madre
Milagros, ha calado en el corazón y vida de muchos tucupidenses quienes la
recuerdan como mujer emprendedora, audaz, inteligente, participativa y de vasta
trayectoria en el desempeño docente, muchos profesionales de hoy compartieron
ayer conocimiento y vida al lado de esta gran mujer quien desde su honda
vocación de servicio ha contribuido notoriamente al progreso socioeducativo del
pueblo.
El
Colegio María Inmaculada en sus casi 53 años de existencia ha sido regentado
por ocho (8) Directoras a saber:
Madre
Milagros Benito Cacho 1956-1967
Sor.
María Jesús Sánchez Bailón 1969-1976
Madre
Milagros Benito Cacho 1976-1981
Sor.
María Suárez Queijo 1981-1983
Sor.
Florinda Villegas Villegas 1983-1985
Sor.
Fernanda Fernández Robles 1985-1986
Sor.
Teresa Orosa Cabrera 1986-1992
Sor.
María Merino Trenado 1992-1998
Sor.
Florinda Villegas Villegas 1998-2006
Sor.
Maigualida Carpio Campos 2006.
A
medio siglo de camino ya no se concibe a Tucupido sin sus monjas, mujeres que
dejando las muchas ofertas que el mundo propone, consagran su vida a ser signos
permanente de la presencia de Dios, a proclamar con su entrega y fidelidad que
sí es posible practicar la justicia, vivir en fraternidad, servir con alegría
al necesitado y amar sin fronteras, porque allí donde Dios nos coloca debemos
florecer.
Partiendo
de la premisa de que la educación es un vehículo de promoción social, se puede
afirmar que la educación católica y de manera particular el proyecto educativo
del Colegio María Inmaculada ha contribuido y sigue contribuyendo en el
crecimiento espiritual, cultural e intelectual de nuestro pueblo. Con la
particularidad de ser la única institución educativa católica privada existente
en Tucupido, el CMI como cariñosamente se le dice, se ha ganado el privilegio y la
responsabilidad de ser una institución de reconocida trayectoria que ofrece
educación integral de calidad, a bajo costo a niños y adolescentes, en especial aquellos de escasos recursos
socio económico. Como colegio católico su misión es evangelizar educando y
educar evangelizando al estilo de Madre Matilde, teniendo a Jesús Eucaristía
como Maestro por excelencia y a la Virgen Inmaculada como madre y protectora,
modelo de virtudes como la sencillez, humildad, alegría, amor a la vida, familiaridad
y sensibilidad a las necesidades y el dolor ajeno. Desde una sólida formación
humano-cristiana se busca formar ciudadanos responsables, proactivos,
tolerantes y autónomos en su actuar, promotores de una sociedad más justa y más
humana. La disciplina y el fomento de valores humanos y cristianos en cada uno
de los miembros que integran el recinto escolar es elemento clave dentro del
proyecto educativo del colegio. En los actuales momentos, el CMI apuesta por una educación transformadora y
liberadora que genere cambios profundos en el individuo y promueva una sociedad
justa y democrática, integrada por personas en constante superación personal y
en búsqueda de la felicidad, trabajo y bienestar para todos.
Desde
1990, el CMI forma parte del Convenio AVEC (Asociación Venezolana de Educación
Católica) y Ministerio de Educación, en calidad de subvencionado. Su proyecto
educativo se centra en brindar educación
cristiana a niños y jóvenes, capacitarles para vivir en una sociedad
democrática, pluralista, con gran sentido humanitario, impregnada de valores
como la tolerancia, la fe, la paz, el respeto, la apertura, el diálogo, la
justicia, sensibilidad hacia el que sufre, corresponsabilidad, ética,
honestidad, aspiraciones de superación con sentido de servicio y solidaridad
y adquisición de destrezas y habilidades
para ser un ciudadano proactivo dentro del entorno. Actualmente, el Colegio
atiende a una población de 430 estudiantes desde I nivel de preescolar hasta
9no grado de educación básica.
En
su estructura física sigue evolucionando en el tiempo, adaptándose a las nuevas
circunstancias y exigencias, cuenta con servicio de Biblioteca, Capilla,
Cantina Escolar, Banda Seca, Cancha Deportiva, Salón de usos múltiples,
laboratorios, sala de Profesores, patio de Recreo y un aula por grado. Con
personal Docente de amplia experiencia profesional quienes reciben una
formación y actualización profesional permanente para servir mejor a cada uno
de los alumnos que tienen a su cargo.
La
Comunidad Religiosa actual está integrada por 4 Hermanas Venezolanas: Sor.
Noraima Oropeza (Superiora), Sor. Maigualida Carpio (Directora), Sor. Isabel
Vera (Ecónoma) y Sor. Lucila Escalona (Encargada de Niñas Hogar María
Inmaculada).
Hoy
al igual que ayer siguen vigentes las palabras de Madre Matilde: “Adelante,
siempre adelante, haciendo el bien que podamos a todo el que llame a nuestras
puertas”
Auguramos muchos años más de permanencia en el tiempo al Colegio María Inmaculada, destacándose por su labor evangelizadora y contribución al progreso de Tucupido en la formación de ciudadanos aptos para vivir en democracia, corresponsabilidad y solidaridad.