La historia de Venezuela es el resultado de procesos y hechos que le han dejado un diverso y versátil de sus habitantes que desde siempre le han dalo de distinción a este país que en cada uno de sus estados se puede notar marcadas similitudes y diferencias desde el origen de cada una de ellas hasta sus costumbres.
El
trabajo que se presenta se enmarca en el estado Guárico, esta en el lo se
conoce como el corazón de Venezuela; cuenta con una superficie aproximada a los
66.000 Km2, dividido en 15 municipios y 39 parroquias; una de ellas
precisamente es Tucupido, que junto a la Parroquia San Rafael de Laya,
conforman hoy por hoy geográficamente al Municipio Ribas, el cual a su vez
posee una superficie de 2.600 Km2 cuyos límites están establecidos de la
siguiente manera:
NORTE:
Municipio San José de Guaribe
SUR:
Municipio El Socorro
ESTE:
Municipio Pedro Zaraza
OESTE:
Municipio Leonardo Infante
Tucupido,
la Capital del Municipio José Félix Ribas fue fundada en 1760, por el Fraile
Anselmo Isidro de Ardales con el nombre de "Santo Tomás de Tucupido, que
según algunos autores plantean contaba con una población de 200 indio. Luego de
haber sufrido una serie de incendios, obedeciendo a intereses de terratenientes
de la región.
Los
dueños de Tucupido después de la llegada de los frailes, asumieron sin
limitaciones, propietarios de grandes rebaños y esclavos. La organización de la
parroquia llegó a ser Cabildo de Indios. Durante la época de la Independencia
Tucupido fue lugar de la muerte del General José Félix Ribas, en las cercanías
de la actual Plaza Bolívar.
Actualmente
éste municipio funciona como centro económico para diversos hatos ganaderos
dispersos en la región. Se están desarrollando cultivos altamente tecnificados,
como el maíz, arroz, algodón, sorgo y tabaco. La producción de quesos en la
zona se ha mantenido desde el siglo XIX. En las cercanías de la ciudad se
realizan explotaciones petroleras.
En este contexto se ubica el caserío San Antonio, en el cual se ubica en la carretera nacional Tucupido -- Zaraza. Este adquiere el nombre del primer fundo que funciona en ese caserío y en el cual trabajaban los primeros pobladores del mismo. Las actividades económicas de mayor empuje al igual que en el resto del municipios, relacionadas directamente a la ganadería y agricultura; de allí, la proliferación en su suelo de numerosos hatos que fueron soportes en su desarrollo a comienzos del siglo XIX, entre los cuales podemos citar el hato Mata de Vera de los Arruebarrena, Taparito de don Ricardo Pérez y posteriormente de doña Sara de Pérez, Guamachito de don Adolfo Armas, El Alejandrino de Juan Miguel Toro Guzmán, Palo Sano de Juan Antonio Hernández, Gorrin de Rafael Duarte, el Hato las Vaquiras de Silvestre D’angelo (Pipo), Loma Alta de Alejandro Rodríguez, La Piedra y el Amparo de la familia Arvelaiz y el hato Temblador, cuyo dueño fue el general Juan Ledezma; y es precisamente el que da pie a este trabajo de investigación, con el único fin de llegar cronológicamente a la época en que el mismo da origen a la constitución y desarrollo del fundo "San Antonio."
En
1939 un joven, con ideas emprendedoras compró a la viuda del general Juan
Ledezma la porción de tierra más grande del hato Temblador que abarcaban unas
4500 hectáreas aproximadamente, este joven fue el señor Prospero Pérez, que fue
ejemplo de trabajo y de honestidad en nuestro pueblo.
El
hato tuvo su casa principal a orillas de la laguna del mismo nombre, con su
techo de tejas, paredes de tierra y bahareque, con su sala, corredor y sus
cuartos y cocina y una cerca de cañizo alrededor de ella, de igual manera tenía
grandes corrales y a su vez divisiones donde se concretaban diariamente las
labores del llano, entre ellas el ordeño desde la madrugada, la elaboración del
queso, cura de becerros, amansaje de novillas y luego el trabajo de sabana, no
sin antes haber disfrutado del desayuno llanero, constante de frijol amanecido,
suero o mantequilla elaborada en el propio hato, las arepas de maíz pilado y el
café negro o con leche.
Entre
los primeros caporales del hato Temblador se encontraba el señor Celestino Morfese,
quien junto a si esposa Isidra Zamora y sus menores hijos ocupó por largo
tiempo la vivienda principal del hato, acompañados de la señora María Ernestina
Arruebarruena, madre de Celestino, Amadeo y Salvador; también el hato tuvo como
peones emblemáticos a los señores Tomas Alfonzo, Juan Tablante (jinete diestro)
para el amanse de potros, Juan Navas, Gregorio Figueroa, el negro Muguerza
(llanero reconocido), Filomeno Hernández; quienes desde el propio amanecer
asumían sus distintas labores, tanto en ordeño, hechura del queso, apertura de
callejones, reparación de líneas, desmatono de potreros y abastecimiento de
agua y leña, tarea esta que cumplía a cabalidad el joven para ese tiempo
Evaristo Zamora.
Esta
gran extensión de tierra del hato Temblador estaba alinderada de la siguiente
manera:
NORTE: Caserío Campo Alegre- Represa el Jabillal
SUR:
Terrenos de los Arruebarrena- Mata de Vera
ESTE:
Potrero la Florida y Santa Rita
OESTE:
Tierras de don Ricardo Pérez- Taparito.
Es
necesario hacer mención que al paso de los años y por motivos de salud del
señor Pérez- el hato entró en una etapa de abandono y decadencia lo que
propició una invasión a sus tierras que a la postre fueron repartidas a los
campesinos en su mayoría de los caseríos Camacho, Mesero, Los Botijotes,
Mahomito, Campo Alegre etc.
El
año 1950 el señor Prospero Pérez, más fortalecido y con mayor experiencia como
ganadero, compra (7) derechos de tierra del mismo hato a los señores: Santiago
Ledezma, A Amalia Morfese de Panzarelli, Rafael Panzanrelli Morfese, Rosa
Ledezma de Mendoza, Isabel Ledezma, Luisa Antonia Ledezma, Juana Antonia
Ledezma de Ponce.
EI
lote de tierras que mas tarde dio origen al fundo San Antonio, que estaba
ubicado a escasa distancia del camino real de la vieja Barcelona por donde
posteriormente se construyó con granza la carretera que conduce desde Tucupido
a Zaraza, específicamente a su margen derecha.
EI
fundo San Antonio tenia una casa de zinc, con paredes de bahareques,
corredores, su cocina. sala y con dos grandes cuartos con vista a la carretera
que fueron utilizados como bodega, y con comales en la parte sur de la vivienda
con tranqueros que comunicaban hacia los potreros.
En esta casa también vivió Celestino Molfese con su mamá, su esposa Isidra e hijos, siendo el propio Celestino el primer dueño de la bodega que surtía de víveres a las escasas viviendas que estaban ubicadas a su alrededor, entre ellas la de Ernesto Escalona, la familia Pedrique, y doña Amparo Gelder. Del fundo San Antonio salía una carretera enmangada que bajando por el cerro el escalónelo se perdía entre los cujies y los guatacaros, que servían de sombra a sus orillas, enlazando este caserío con el caserío Camacho; no sin antes pasar por la quebrada de Guasdualito en cuya orilla tenia su casa el finado Morocho Ojeda, este tenia una bodeguita que servia de sitio obligado de reunión en la tarde, a los moradores de esa comunidad ubicada a escasos metros de la de los llaneros bellacos y Zamarros, Alfonso y Juan Tablante, su cuñado.
Con
el tiempo empezó a poblarse San Antonio contando entre sus primeros habitantes
a la familia de la señora Gregoria Hernández quien vino desde el Socorro su
tierra natal, y construyó una casita de bahareque a orillas del camino que iba
rumbo al fundo las Vaquiras propiedad del señor Pipo D´angelo, luego llegó el
señor Manuel Benítez, Evaristo Zamora y familia, Ernesto Escalona, quien vivía
en el cerro que lleva su nombre y Pedrique padre de los Cabeza, incluyendo a Cástulo,
José María y después mas tarde se apreció a el señor Eloy Ramos y familia,
Salvador Camacho, Pedro Camacho etc; iniciando así un desarrollo urbanístico
irregular ya que siempre estuvieron al margen izquierdo de la carretera-Ttucupido
—Zaraza, contando hoy con más de 80 viviendas que conforman la comunidad de San
Antonio.
En
el año 1983 llegan las primera luces de la enseñanza al instalarse una escuela
con una matricula de 20 niños, la cual funcionó en una casita propiedad de Cástulo
Cabeza, el cual la cedió gratuitamente, siendo su primera maestra la señora
Egla Soler quienes sucedieron las maestras Dirían Matute, Piedad de Leal, Tomas
Puerta, Isbelia Ojeda, Melecia de Campos, Marlene Lusinchi, Moreya Blanca, Nancy
Brizuela y Ana de Zaraza.
En
el año 1989 se hizo el tendido eléctrico y la construcción de la sede de la
escuela, mas un lote de viviendas rurales construidas en el gobierno de Jaime
Lusinchi, solicitadas por el señor Pascual Garofalo y con el apoyo del señor
José Hernández (José la perra) quien era para ese entonces coordinador de ese
programa en el municipio Ribas.
Actualmente
los vecinos del caserío sumados mayormente a las políticas actuales, se
organizaron dando origen al concejo comunal "San Coro RL" y con
recursos aportados por Funpagua (fundación del gobierno regional), han
ejecutado varios proyectos que han servido para solventar problemas puntuales
que padecían, entre ellos: Electrificación, baños y sépticos, preescolar, RI en
Corozal, una RI que hoy disfrutan los niños y fue construida con mano de obra
de la comunidad bajo la supervisión del presidente de la Asoc. de vecinos en
ese tiempo el señor Eloy Ramos y el prefecto Luís Chito Hernández.
Desde
el punto de vista sociocultural se observa que no existe registro geohistórico
de la comunidad, sus portadores patrimoniales tiene muy avanzada edad y carecen
de proyectos de proyectos relacionado con el fortalecimiento sociocultural. Sin
embargo a pesar de las necesidades el cuenta con portadores patrimoniales, una
escuela, docentes con interés investigativo, un consejo comunal con interés por
participar en beneficio de la comunidad.
El
caserío cuanta además con actividades productivas relacionadas con la
agricultura, la ganadería, la explotación de gas y petróleo. El caserío también
cuenta con una gran cantidad de bienes intangibles relacionados con las
actividades o conocimientos que tienen un significado especial para los
habitantes de un lugar, reflejadas en las ceremonias, creencias y costumbres.
Los
habitantes de este caserío se dedican en su mayoría a la agricultura,
especialmente al cultivo de maíz y sorgo por poseer suelos aptos para esta
actividad, la cual es tradicional, Cuenta con un potencial cultural
representado fundamentalmente por músico, tejedores de alpargatas
(alpargateros), fonderos entre otros.
En
lo que se refiere las creencias en este caserío se observa mucha devoción por
parte de por San Antonio, sin embargo hasta la fecha no se han realizado las
gestiones las celebraciones dc las fiestas patronales.
Esta
situación motivó este trabajo que busca contribuir con la comunidad de San
Antonio del Municipio como una forma de afianzar la identidad sentido de
pertenencia de sus habitantes, considerando que existe en los habitantes del
municipio el interés por mantener la devoción por cl Santo Patrono, el cual
forma parte del patrimonio cultural del Caserío.
Entendiendo
por patrimonio cultural lo planteado por el Instituto del Patrimonio Cultural
Venezolano (2005) …”el Patrimonio Cultural es el conjunto de bienes culturales
singulares, resultado de un proceso histórico concreto, que es compartido por
todos los herederos de ese legado, Las costumbres, las formas de
comportamiento, las edificaciones, los utensilios, la lengua, la música, la
culinaria, los espacios vividos, etc., es decir, las formas culturales
tangibles o intangibles que cada sociedad ha creado, transformado, reutilizado
y también las que está creando en una época determinada, se convierten en
bienes culturales.
A
pesar de estas afirmaciones, actualmente los procesos sociales y culturales se
dirigen hacia la perdida, cada vez más acelerada, de nuestra herencia e
identidad cultural. Es frecuente el desconocimiento de los saberes, creencias y
valores que nuestros antepasados construyeron en el trascurso de la historia.
El siglo XXI y la nueva sociedad venezolana nos presenta el reto de rescatar
esa herencia cultural e incorporar nuevos aportes en la construcción de la
cultura. En tal sentido, se propone en este trabajo la premisa de crear un
espacio de reflexión crítica entorno a la identidad cultural, su revaloración y
puesta en uso desde el espacio donde se ubican los bienes culturales.
Esto
considerando además que lamentablemente, en la actualidad muchos patrimonios se
encuentran en peligro, siendo la tradición oral uno de los más susceptibles de perderse,
dentro de las cuales se encuentra la devoción a San Antonio de Padua.
Para
la realización del mismo han realizado entrevistas a los portadores patrimoniales
del caserío quienes informaron que efectivamente no existe una imagen,
mostrando mucha preocupación porque no se han dado nunca fiestas patronales en
torno al este Santo Patrono: San Antonio de Padua.
Es
importante señalar que San Antonio de Padua (1195-1231), monje franciscano
portugués. Nacido en Lisboa, a los 15 años de edad ejerció como monje de la
orden de los agustinos pero, en 1220, ingresó en la recién fundada de los
franciscanos. Conoció personalmente a san Francisco de Asís y, a instancias suyas,
estudió teología, En 1227 fue nombrado ministro provincial de los franciscanos
en la Romaña, pero tres años después renunció a su cargo para poder dedicarse
al apostolado. Predicador incansable, sus profundos conocimientos de las
Sagradas Escrituras le valieron para combatir distintas herejías de su tiempo,
principalmente las protagonizadas por cátaros y valdenses. Falleció el 13 de
junio de 1231 en Arcella (en las cercanías de Padua) y, ese mismo año, fue
canonizado por el papa Gregorio IX. En 1946 fue proclamado doctor de la Iglesia
por Pío XII. Santo patrón de Padua y de Portugal, su nombre se invoca para
encontrar objetos perdidos.
La
devoción por este Santo ha sido transmitida de generación en generación por
tradición oral que ha servido como una fuente de información y conocimiento, su
contenido es conocido y transmitido por generaciones que precedieron, que
guardan relación con las diferentes manifestaciones culturales por ello es de
suma importancia la preservación y difusión de estas manifestaciones
tradicionales porque, ellas contribuyen a reafirmar nuestra identidad.
Se espera que este trabajo oportunidad para la ejecución de acciones acorde a criterios histórico-socioculturales, que conlleva a conocer y valorar el pasado para defender el presente y proyectar con el mayor porcentaje de objetividad la creación, participación de la comunidad y el desarrollo de la cultura, manteniendo dignamente todos los rasgos o características que nos diferencian de otras naciones promoviendo una educación. Por último se destaca el aporte a las que espera permita revitalizar el legado ancestral que representa de entender, valorar y actuar en el desarrollo de la comunidad y región donde se encuentran el caserío San Antonio.
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