INTRODUCCIÓN
El
pueblo Santo Tomás de Tucupido ubicado en la parte nororiental del estado
Guárico con una superficie de 2600 km2, con una población cercana a
los 50.0000 habitantes, clima tropical de sabana; sus principales ríos: el Tamanaco
y el Unare, los cuales surten de agua a sus principales embalses: el pueblito,
la tigra, el médano y coco e mono, los cuales mantienen activa una agricultura
pujante y por eso Tucupido es llamado “el granero del Guárico”, por su gran
producción de: maíz, arroz, leguminosas y sorgo.
Esta
hermosa ciudad llanera, Tucupido, hoy se viste de gala en la realización de su
III Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores locales, regionales
y nacionales, que durante dos días disertaremos historias inherentes a la vida,
costumbres, personajes y tradiciones enmarcados en la historia de esta
laboriosa ciudad.
Estos
encuentros de cronistas tienen su origen en mi querido Ortiz, en unas llamadas
tertulias que organizábamos: Adolfo Rodríguez, Oldman Botello, Don Félix Manuel
Belisario (+), Lila Seijas Iribarren, José Camejo, José Oswaldo Pérez, entre
otros, en mi casa de habitación, en el marco de la celebración de las fiestas
patronales de Santa Rosa de Lima, los 30 de agosto de cada año; allí se
instituyen los encuentros de cronistas, en el gobierno que actualmente preside
el alcalde Elías Nederr en el municipio Ortiz vamos por el VII Encuentro, le
sigue Valle de
Este
III Encuentro en Tucupido es realizado en homenaje a nuestro bien merecido
cronista Don José Garibaldi Soto, descollante poeta, historiador, hombre
autodidacta que ha dado su vida al estudio de la historia local de esta ciudad,
aplausos al gran amigo homenajeado. Otro querido amigo ya desaparecido y que en
años anteriores en los encuentros aquí realizados fue figura de destacada
actuación, tanto en sus ponencias como en sus presentaciones artísticas, me
refiero al cantante, compositor y poeta Luis “Chito” Hernández, paz a sus
restos y gloria a su nombre.
Agradezco
la fina gentileza del equipo organizador de este prestigioso encuentro en
invitarme a participar en condición de ponente; aquí estoy por tercer año
consecutivo, me unen vínculos muy filiares con este terruño y siguiendo las
instrucciones formuladas por el equipo organizador de resaltar: historias
locales y dar a conocer los valores, tanto personales, costumbres y
tradiciones, traigo para ustedes un trabajo biográfico, dedicado a un gran
hombre nacido en esta tierra, me refiero a Don Alejandro Berroeta, un
tucupidense excepcional, aquí presente también en su tierra, en condición de
ponente en este encuentro, que al igual que otras personas merecen ser
reconocidas en vida su labor meritoria y ciudadana en pro de su solar nativo. A
esos seres orgullo del gentilicio tucupidense, unos idos y otros aquí luchando
por su tierra, hay que dignificarlos y darlos a conocer, entre otros me atrevo
a citar: Francisco Álvarez Romero, padre de Francisco Álvarez Chacón, embajador
de Venezuela en Alemania, Manuel Tomás Aquino, dr. Héctor Soto, médico
Pediatra; Víctor Soto Cabeza, padre del presidente de
DESARROLLO
En
el fundo “el Cariño y el Tesoro” ubicados muy cerca del caro de la negra, en
jurisdicción de la parroquia Tucupido capital del Municipio José Félix Ribas,
fundos estos propiedad del orticeño Don Fernando Rodríguez Moreno, llegado a
Tucupido en los primeros años del pasado siglo, donde procreó toda su gran
familia; nació el 6 de septiembre de 1932, Alejandro Berroeta, su padre fue el
hijo mayor de Don Fernando: Juan Miguel Rodríguez Guzmán, conocido
familiarmente como “catirito” y su madre Inés María Berroeta, proveniente del
alto llano y descendiente por cadena genealógica del vasco español Don Manuel
de Berroeta (1760 – 1765). El Padre Juan Miguel Rodríguez, educador rural y productor
agropecuario y la madre, mujer de oficios propios del hogar. El niño Alejandro
crece en esos predios de “el Cariño” entre cardones y guatacaros, tarares,
cerezas, ciruelas, oyendo el trinar de los pájaros y el canto mañanero de las
paraulatas, embelezado con el canto del ordeñador en las madrugadas y en las
faenas del campo, lo cual lo hacen sentirse un niño feliz; al cumplir los 7
años sus tíos y tías (don Alejandro, Evarista, Fernando, Virgilia y Maria
Luisa), lo traen al pueblo de Tucupido a cursar estudios primarios en la
escuela “Narciso López Camacho” y luego su padre, quien era maestro en la
escuela municipal ”Piar”, ubicada en el Valle, ciudad de Caracas, se lleva al
niño Alejandro, quien concluye sus estudios primarios en la escuela “José María
España” de la ciudad caraqueña. Allí continua sus estudios y se gana una beca
para estudiar educación normal rural, en el instituto “El Mácaro” en Turmero,
escuela esta eliminada en 1952; lo que obliga al joven Berroeta trasladarse a
la ciudad de Rubio, Estado Táchira a estudiar en
En
el mes de agosto de 1959 (aún siendo estudiante del pedagógico), contrae
nupcias en la ciudad de Caracas con la hermosa dama tucupidense Farida Rosalía
Magallanes a quien conoció en sus años de mozo en su tierra natal en un periodo
de vacaciones; mujer de singular belleza y exquisita prestancia, con quien está
hasta la presente fecha, conforma una bella familia, procrean cinco hermosas
hijas: Alejandra, profesora de castellano y literatura; Morabia, abogada y
cuentista; Farida (la negra), economista; María Inés, profesional del derecho;
Olga Rosa, publicista y el único varón del matrimonio el bordón Alejandro Luís
pronto a graduarse de abogado; como observan todos profesionales, casados y con
descendencia.
Alejandro
Berroeta fue y es un hombre de vida pública agitada; demócrata cristiano por
excelencia, católico practicante, de andar ligero, de mirada altiva, tez morena
clara, fisonomía llanera tropical, de pelo abundante encanecido por el tiempo
pero protegido con colorantes para preservar su lozanía y juventud. Ejerció
funciones descollantes en la administración pública, fue director de deporte a
nivel nacional (1966); director en la Junta Directiva del Ipasme nacional (1980);
Coordinador de Deportes en el MOP; pero siempre maestro, maestro, con cargos de
relevancia en el campo magisterial: director, subdirector, en varios liceos
capitalinos; supervisor nacional; estuvo como delegado diplomático en los
Estados Unidos de Norteamérica, enviado por el Ministerio de Educación, donde
realizó un post grado en la universidad de Winscousin (USA) y fue recibido en
Alejandro
Berroeta es autor de varios textos escolares y libros, los cuales hablan de la
genealogía de este pueblo, su querido Tucupido: Geografía Económica de
Venezuela, Historia de Venezuela, Formación Social, Moral y Cívica, Educación
para Adultos, para estudiantes de secundaria y sus libros más recientes
“Tucupido es el nombre del recuerdo” y “Tucupido pasos de sus gentes”, además
de una breve biografía sobre el general José Antonio Páez, aparte de ser
conferencista y articulista de varios diarios impresos del país. Actualmente es
miembro activo de la fundación “unidos por Tucupido” donde comparte funciones
de dirección con los también tucupidenses Dr. Luis Jaramillo, Italo Balbi, Alex
Andrade, Elssie Risso, entre otros, tratando de hacer una labor filantrópica
por el bienestar de Tucupido. En sus libros narra la historia de este hermoso
granero del Guárico, sus costumbres, sus tradiciones y enaltece la figura y
memoria de hombres y mujeres que han marcado pauta en su devenir histórico:
Rafael Rengifo, musicólogo, compositor, arreglista y director de grandes
orquestas, Don Roque Peñalver también músico, poeta y compositor; don Pío
Morfese; el popular Chito Hernández, compositor y poeta, homenaje post mortem
en este encuentro; el bate Aular; Don Juan Ignacio León (Juan del campo); doña
Maria Antonia Barrios, Guillermo Bermúdez, dr. Cayetano Guillén, Jesús Antonio
Aguilar, hombre emprendedor, empresario y bien merecido alcalde de esta ciudad;
Lorenzo Rengifo, Ángel Castejón, Guillermo Bermúdez, Ramón Iroba y algunas
bellas ninfas de la época Alicia Rodríguez, Petrica Bermúdez, Aminta Guacarán,
entre tantos otros y otras que tiene gran valor y grata recordación en este
Tucupido de sus amores y quienes fueron y son sus amigos y sus amigas.
Esta
apretada biografía-genealogía que con el permiso de ustedes he presentado de
este ilustre personaje excepcional Alejandro Berroeta, a este selecto grupo de
personas que conforman el tercer encuentro de cronistas, historiadores e
investigadores Tucupido 2011, la he realizado con el mayor de los afectos. Me
unen con el biografiado vínculos filiares y puedo dar fe de ser ejemplar
ciudadano y me consta ya que en todas nuestras conversaciones el punto central
es este, su querido pueblo de Tucupido.
El
profesor Alejandro Berroeta ya pronto a cumplir sus 80 años de fructífera y
larga vida, ya jubilado, allá en su acogedora casa – quinta de la urbanización
Santa Mónica de la ciudad de Caracas, al lado de su inseparable esposa y su
nieto Elías Alejandro Álvarez Berroeta, suspira y vive ensimismado en sus recuerdos y me confesó que ya viejo y
con el alma herida vive atrás la infancia que pasó, solo el recuerdo que en su
memoria queda de tantas cosas que nunca olvidará; sus travesuras de niño en “el
Cariño”, moneando los palos de mamón para saborear sus exquisitos frutos, pastorear
los becerros en los corrales y tomar el aromático guarapo acompañado con
biscocho obsequiado por su abuelita; ya muchacho recuerda también las misas de
aguinaldo de Tucupido y los paseos a la laguna, las arepitas dulces y saladas
después del paseo, los quesos de mano de doña Lucinda de Rodríguez, las
morcillas y chicharrones de Pepita Martínez; los pan de horno de Margarita
Cedeño, en fin Tucupido siempre en este tucupidense excepcional, aquí presente
con nosotros Alejandro Berroeta.
Gracias por escucharme.
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