Homenaje a Lucila Palacios
Américo
Fernández
El
6 de enero de 1944, la escritora Lucila Palacios fue objeto de un caluroso y
publicitado homenaje por parte de sus paisanos los bolivarenses. Francia
Natera, presidenta del Ateneo guayanés, organizó una tenida en la casa de los
esposos Granado Farreras en homenaje a Lucila Palacios y al mismo tiempo para
recibir en el Ateneo al escritor y presidente del Estado, doctor Mario Briceño
Iragorri y esposa Josefina Picón. Igualmente a Gilberto Antolinez y a su esposa
la poeta Palmenes Yarza. Los intelectuales bolivarenses publicaron en El
Luchador sonetos dedicados a Lucila Palacios, entre ellos, P. R. Silva Jiménez,
Matías Carrasco, Agosto Méndez, Andrés Brito, P. J. Lanz José del Valle Carvajal.
También se sumaron al homenaje los estudiantes del Liceo Peñalver y la sociedad
de Artesanos.
El
nombre de Lucila Palacios para entonces ya había trascendido con la novela
“Tres Palabras y una Mujer”, premiada en el Concurso de la Asociación Cultural
Interamericana, 1943, porque lo que había hecho hasta entonces, según sus
propias palabras, no pasaba de ser ensayo y aprendizaje de novelista. Como en
“Los Buzos”, premiada en un certamen de Cuba (1939) y “Rebeldía”, epistolario
que gira en torno a trabas sociales y materiales impuestas al espíritu
reivindicativo de la mujer.
Lucila
Palacios, seudónimo de Mercedes Carvajal de Arocha, nació de emergencia en la
isla de Trinidad en mayo de 1902, cuando su madre encinta viajaba de Caracas a
dar a luz en Ciudad Bolívar y el barco en que venía se vio obligado a
permanecer en Puerto España durante cuarenta días debido al golpe militar del
capitán Ramón Cecilio Farreras contra el presidente del Estado Bolívar, general
Julio Sarría Hurtado. Su familia retornó a Ciudad Bolívar después de los 40
días de nacida. Su vida transcurrió en el inmueble que es hoy sede de la
Biblioteca Rómulo Gallegos y desde allí irrumpió a arengar al pueblo en pos de
sus derechos conculcados el día en que falleció el dictador Juan Vicente Gómez.
Lucila
fue la primera en tomar las calles. La primera en convocar al pueblo y
arengarlo en dirección hacia una toma de conciencia a favor de su legítimo
derecho a ser libre y darse libremente su gobierno.
Se
montó sobre uno de los barcos del paseo Falcón y sintió bullir en sus venas la
sangre literaria de sus abuelos, allí a su lado dándole apoyatura a sus piernas
estaban Alida Gambús y Consuelo Estéfano. Sólo faltaba el joven Guillermo
Benzel, quien desde el día anterior era preso del presidente del Estado,
Antonio Álamo, por haber gritado ¡Abajo la dictadura!
Tras
la caída del dictador regresó del exilio su tío Félix Montes, recibido por ella
en Caracas. Luego, durante tres años, siguió a su esposo por San Fernando y
Tucupido hasta radicarse definitivamente en Caracas que todavía exhibía sus
techos rojos, sin que por ello perdiera la visión del Orinoco.
Lucila
justificaba su permanencia en Caracas porque el clima le asentaba bien a su
salud y porque aquel medio había sido favorable para escribir la mayoría de sus
treinta obras clasificadas entre novelas, cuentos, dramas y ensayos.
Los
Buzos, Tres palabras y una mujer (premiada en el concurso de la Asociación
Cultural Interamericana, 1943), El Corcel de las crines albas (premio Arístides
Rojas); Cubil, El día de Caín (accesit premio nacional de literatura, 1960),
Tiempos de siega, Orquídeas azules, Signo en el tiempo, La piedra en el vacío,
Reducto de Soledad, Cristal de aumento, Cinco cuentos del Sur, Ayer violento,
Poemas de la noche y el silencio, Espejo Rodante, son sus obras más conocidas.
(AF)
Licenciado en Comunicación Social, Socio correspondiente de la Academia Nacional de la Historia, Cronista oficial de Ciudad Bolívar, Vicepresidente de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela, Secretario General del Colegio Nacional de Periodistas 2010-2012, Seccional Bolívar. Autor de 20 libros vinculados con la Historia del Estado Bolívar.
Archivo El Nacional
Academia
de la lengua rinde homenaje a Lucila Palacios. Publicado el 9 de noviembre de
1992
Con
motivo de su noventa cumpleaños, la Academia Venezolana de la Lengua le rendirá
homenaje, a las cinco de la tarde, en el Palacio de las Academias, a la
reconocida escritora Lucila Palacios -Individuo de Número de la referida
institución, en un acto en el que intervendrán el director Luis Pastori, Luis
Beltrán Guerrero, José Luis Salcedo Bastardo, así como otras personalidades.
Lucila
Palacios nació en la Isla de Trinidad, de padres guayaneses. Toda su infancia y
gran parte de su juventud transcurrió en Ciudad Bolívar. De allí que las
múltiples leyendas del bajo Orinoco influyeran en su narrativa.
En
el campo de las letras se ha dedicado a diversos géneros: es novelista,
cuentista, autora de teatro y articulista. Además, ha publicado en los diarios
más importantes del país y del exterior y, asimismo, cabe mencionar sus obras
"Tres palabras y una mujer", "El corcel de las crines
albas" y su último libro "No", las cuales han recibido gran
acogida por la crítica.
En
1949, esta emprendedora mujer fue designada por el Estado Bolívar a la Asamblea
Nacional Constituyente. También ha sido Senadora y embajadora de Venezuela en
Uruguay.
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