Simón Muñoz Armas:
Tucupido, 21-12-1930 - Caracas, 17-07-2016
Entrevista
de Angie Contreras, para la revista VITAE* en 2007
Es
egresado de la Facultad de Medicina de la universidad Central de Venezuela,
dedicado a la cardiología y al estudio de enfermedades del corazón como la
Fiebre Reumática y la Cardiopatía Congénitas, Simón Muñoz es reconocido no sólo
en el gremio médico sino también en el académico universitario a nivel de pre y
post grado. Se dedicó durante más de cinco décadas a la docencia y la práctica
médica. Fue Decano de la Facultad de Medicina de la UCV y Rector de esa casa de
estudios.
Simón
Muñoz Armas, destacado médico y estudioso de la cardiología en Venezuela, ex
Decano de la Facultad de Medicina y Ex Rector de la Universidad Central de
Venezuela, nos relató desde la biblioteca de su casa, las etapas más
importantes de su vida como fueron sus inicios en el camino de la medicina, la
docencia y su etapa como autoridad universitaria. Al entrar a su residencia,
subiendo las escaleras en la puerta de enfrente se encuentra el Doctor Simón
Muñoz Armas. Nos invita a pasar a un saloncito cálido, cuyas paredes están
forradas de placas y diplomas de reconocimientos a su exitosa trayectoria
médica y docente. Una gran cantidad de libros de diversos temas colman el
espacio de aquella reducida habitación.
En
el salón se sienta en un sillón de espalda a la ventana, esboza una tierna
sonrisa y se dispone a conversar.
Con
gran simpatía cuenta que nació el 21 de diciembre de 1930, en un pueblito del
estado Guárico llamado Tucupido, el cual está ubicado en el municipio Ribas,
cercano a Valle de la Pascua. Describe su pueblo natal como un lugar cálido
desde dos puntos de vista: tanto por el factor climático como por la calidad
humana de las personas que ahí habitan. Es hijo de Simón Muñoz y Josefa Armas
de Muñoz. Su núcleo familiar está compuestos por siete hermanos.
Con
la mirada perdida como si hurgara en los recuerdos comenta que Tucupido no se
caracterizaba por ser un pueblo de gran actividad económica, pero tampoco
estaba en la escala de la miseria. Las condiciones de vida eran bastante
aceptables y se vivía bien. Ahí realizó sus estudios primarios. Sin embargo, la
familia Muñoz Armas se trasladó a Caracas para que sus hijos pudieran continuar
con sus estudios secundarios, y luego universitarios. Y así fue. Simón realizó
la secundaria en el Liceo “Andrés Bello”, ubicado en Plaza Carabobo.
Una
vez estando en la capital comenzó a tener contacto con las diversas disciplinas;
sintió mayor inclinación por las científicas y biológicas, las relacionadas con
el ser humano en general, lo cual influyó significativamente en la decisión de
culminar el bachillerato con altas calificaciones para poder estudiar la
carrera de medicina. Culminó sus estudios secundarios con éxito e ingresó a la
facultad de Medicina, de la Universidad Central de Venezuela.
Con
emoción revive su etapa de estudiante. Señala que fue una época agradable de su
vida, en la que obtuvo muchas satisfacciones como estudiante y ser humano.
Durante el desempeño de su carrera Simón Muñoz fue un estudiante sobresaliente
y apreciado por sus profesores. Además aprobó satisfactoriamente todas las
asignaturas de la escuela de Medicina y se graduó con altas calificaciones.
Su
dedicación a los estudios le brindó la oportunidad de obtener becas para
realizar estudios posteriores fuera del país.
Posteriormente
se casó con María Rodríguez, quien también es oriunda de Tucupido, y tuvieron
cuatro hijos: Mercedes, Rafael, José Manuel y Juan Simón.
Cardiólogo por excelencia
Luego
de culminar sus estudios en la Universidad de Venezuela, Simón Muñoz concursó y
obtuvo una beca para especializarse en el tema de las cardiopatías congénitas
en el Hospital For Sick Children, en Toronto Canadá. Ahí Muñoz adquirió
experiencia en lo relativo al control y prevención de las cardiopatías
congénitas.
Cuenta
que esa experiencia le ayudó a corroborar la necesidad que tiene una persona
que se va a dedicar a esta carrera de adquirir conocimientos básicos y no
solamente en la parte profesional, por lo que estuvo colaborando como asistente
en el laboratorio de embriología cardiaca del Instituto de Cardiología Médica,
en el cual logró ser adjunto del director. Estas experiencias constituyeron su
formación en esa área de especialización.
Realizó
estudios de postrado en la Facultad de Medicina. De 1961 a 1962, Simón Muñoz
realizó la especialización en cardiología pediátrica y embriología cardiaca, en
el Instituto Nacional de Cardiología en México.
Simón
Muñoz tuvo la oportunidad de trabajar en Estados Unidos y Canadá. En primer
lugar fue aceptado como Fellow (cargo asistencial y académico en hospitales de
Estados Unidos y Canadá) el cual ocupó durante dos años. Estar ahí le brindó la
posibilidad de ser coautor del libro de texto que publicó en esa dependencia.
“La
práctica de la medicina venezolana, en ese entonces, era muy diferente en
comparación con el resto de los países, en el sentido de que para aquel momento
la formación del médico venezolano tenía algunas carencias que prácticamente
ahora no se tienen. En vista de que todos tenían aspiraciones de avanzar en
áreas más profundas de la carrera, se veían obligados a salir del país por un
tiempo para estudiar en el exterior y obtener esa experiencia adicional”,
señaló Muñoz.
Asimismo
considera que para su generación en particular fue muy productiva la carrera,
pues para la época tenían una buena universidad. “En un país como el nuestro,
que ha tenido accidentes graves en la continuidad de su desarrollo por motivos
políticos extrernos, puesto que tuvimos que sufrir una fuerte dictadura cuando
Pérez Jiménez que nos costó mucho. Posterior a la caída de la dictadura, la
universidad se integró más al país, hubo mayor cooperación y planificación de
la universidad con el trabajo que realizan las secciones de los distintos
gobiernos indiferentemente de la tendencia política que estos tengan.
Considera
que tanto la universidad como la Facultad de Medicina han sido los factores más
importantes que han contribuido al desarrollo profesional de nuestro país.
Durante
su carrera fue fundador y director de la Unidad de Estudio y Prevención de
Cardiopatías en la infancia y adolescencia; Jefe del Laboratorio de Embriología
Cardiaca del Instituto de Cardiología de México; Director del departamento de
ecografía cardiaca en el Hospital Universitario de Caracas; Director del centro
de fluidos del Centro de Bioingeniería; Miembro del cuadro de expertos
Cardiovasculares de la OMS; miembro del comité de expertos para la elaboración
de criterios de Jones (fiebre reumática) de la OMS.
Igualmente
se desempeñó como miembro del Consejo Superior del CONACYT, presidente de la
Sociedad Venezolana de Cardiología, Epónimo de las primeras jornadas de
cardiología pediátrica, vicepresidente de la sociedad interamericana de
Cardiología; presidente del Comité de Investigación de la Sociedad
Interamericana de Cardiología. Además fue Fellow del American College of
Cardiology, Honorario de la sociedad Boliviana de Cardiología y de la Venezolana
de Ateroesclerosis; vicepresidente de la Sección Vascular de la Pan American
Medical Association; Correspondiente de la sociedad mexicana, peruana de
cardiología.
Durante
su carrera, escribió cinco libros sobre: Cardiología Pediátrica, Cardiopatías
Congénitas, Embriología Cardiacas, Fiebre Reumática y cardiopatía Reumática,
epidemiología cardiovascular y Educación Superior.
Del
mismo modo, Fue editor de un libro sobre cardiopatías Congénitas, Autor de
capítulos en 11 libros sobre la especialidad y ponente en numerosos congresos
nacionales e internacionales, a lo largo de su carrera.
Orgulloso de ser Ucevista
Desde
su etapa como estudiante, Simón Muñoz tenía inclinación por la docencia. A lo
largo de la carrera. Muñoz ocupó todos los cargos docentes a los que podían
optar los estudiantes (preparadores o ayudantes voluntarios, como se le
conocían para la época). Esta experiencia despertó en él el interés en relacionarse
con la investigación en las áreas de la medicina de su interés.
Durante
décadas se dedicó a la docencia en la Facultad de Medicina de la Universidad
Central de Venezuela, a nivel de pre y postgrado.
“El
contacto con los estudiantes le da al estudio que uno realiza un enfoque que lo
diferencia de la formación exclusivamente dedicada al ejercicio en sí, ya sean
públicas o privadas, pero cuando uno entra a tomar parte en la formación de los
futuros médicos, o luego de los médicos ya formados en la especialidad
evidentemente eso ya es un aspecto que le da mayor productividad al ejercicio
de la especialidad, de lo cual me siento muy orgulloso”, indicó Muñoz.
Considera
que combinar la docencia con la asistencia médica fue muy enriquecedor, no sólo
desde el punto de vista profesional, sino también humano, en vista de que ambas
estaban ligadas a la actividad pública. Además, el hecho de que tanto las
clases como la consulta estaban en el mismo lugar era un beneficio desde el
punto de vista del tiempo.
“La
docencia tanto a nivel de pregrado como de postgrado es una de las mejores
experiencias y de las que más satisfacciones me ha dejado. Es muy agradable ver
que las personas que se formaron conmigo hoy sean grandes profesionales, con
carreras exitosas y productivas. Haber sido parte de eso es para mí es muy
satisfactorio”, indicó.
Además
de su destacada gestión como docente de la Facultad de Medicina, Simón Muñoz
emprendió una carrera política dentro de la máxima casa de estudios del país.
Tal es el caso de su postulación al decanato de la Facultad.
En
1990, Muñoz se alzó con el cargo de Decano de la Facultad de Medicina de la
Universidad Central de Venezuela. Su trabajo en esa institución dejó sus
huellas las cuales persisten a pesar del tiempo. Considera que su paso por el
decanato fue una gran oportunidad porque pudieron tener en sus manos la
posibilidad de realizar cambios y adelantos que desde que era estudiante
aspiraban se incorporaran a la facultad.
“En
algún momento mis compañeros consideraron que yo era la persona indicada para
ocupar el decanato. Habían acumuladas una serie de ideas de transformación y de
modernización para la enseñanza médica de aquel momento, que eran necesarias
pero no fueron fáciles de aplicar porque había resistencias poderosas. El hecho
de que tuviera la oportunidad de ser decano nos permitió introducir dentro de
la Facultad de Medicina la mayor parte de esas transformaciones”, señaló entre
risas Muñoz.
“Esas
modificaciones se aplicaron a la metodología de modo tal que la enseñanza fuese
más práctica y más cercana al paciente, más ligada y dedicada a la patología
nacional y orientadas al logro global”.
Muñoz
manifestó que lo más importante es que la formación tiene que ser global pero
con un enfoque particular, dirigido a los aspectos que constituyan de forma
cambiante la parte más importante de los pacientes.
Su
gestión como Decano fue justamente lo que lo motivó para postularse como
candidato a Rector de la Universidad Central de Venezuela. En esa época contaba
con el apoyo de un importante número de profesores, empleados y estudiantes que
respaldaron su candidatura. De 1992 a 1996 ejerció como la máxima autoridad de
la UCV. “Yo no terminé el decanato, eran tres años y sólo hice dos porque fui
lanzado como candidato a rector, logrando ese cargo, lo cual me permitió junto
con mi grupo de trabajo llevar a cabo una participación exitosa desde todo
punto de vista.
Con
humildad reconoce que los logros obtenidos durante su gestión tanto en el
decanato como en el rectorado se deben al trabajo de un grupo de personas que
laboraba con él. No le resta méritos a quién bien lo merece, como él mismo
señala.
“Sin
el apoyo de todas las personas que trabajaron conmigo no hubiese sido posible
realizar los cambios para mejorar la Facultad y los problemas de la Universidad
en general. Sólo no hubiese logrado los resultados obtenidos”, apuntó.
Tiempo
después se retiró de la docencia y de la práctica médica privada. Actualmente,
mantiene vínculos a través de las comisiones de trabajo académico que realiza
la Universidad, con la ayuda y cooperación de las autoridades de la misma, en
la cual confluyen en la necesidad de ser un brazo de apoyo en virtud de las
metas e identificar los problemas que se suman con el desarrollo de la sociedad
y la economía, de tal manera que la UCV como un todo está siempre preparada
para responder a los nuevos retos que van surgiendo.
“Tenemos
con el Rector de la UCV, Dr. Antonio París y las autoridades algunas
actividades de cohesión permanente, en las que participamos como consultantes
en problemas específicos y además, en mantener el apoyo a quienes nos han
sustituido en el cargo y la responsabilidad especifica de realizar dichas
tareas universitarias”.
“Yo
me siento muy orgulloso de pertenecer a la UCV, porque las universidades en
general y la nuestra en particular han jugado un papel muy importante en el
desarrollo de las ideas, tanto humanísticas como científicas del país, tomando
una posición de vanguardia en todo momento y nosotros hemos mantenido una
conexión muy estrecha, no sólo teórica sino práctica con ese tipo de
actividades. Ha sido muy fructífero que las autoridades universitarias que
hayan continuado con esa línea de acción y que haya habido una continuidad en
las políticas administrativas de la Universidad Central, es decir, que siga la
actividad adaptándose a las nuevas necesidades y retos de la sociedad”, apuntó
Muñoz.
Avances de la Cardiología en
Venezuela
Como
cardiólogo y estudioso de esta especialidad, Simón Muñoz no podía dejar de
hablarnos de la percepción que tiene de esta práctica en la actualidad, aun
cuando ya no la ejerce, pues hace más de cuatro años que dejó su consultorio en
manos de su hijo.
Considera
que actualmente se han desarrollado más políticas de prevención en el área de
la cardiología infantil y de adulto. Señala que durante su ejercicio
profesional se abocó a trabajar en áreas patológicas muy ligadas a patologías
como la fiebre y la cardiopatía reumática, las micro cardiopatías en la
infancia, sobre todo, enfocado siempre en la prevención.
El
doctor Muñoz manifiesta que en los últimos años, la disminución de la fiebre y
la cardiopatía reumática fue realmente bastante significativa. En ese entonces
(cuando se inició en la especialidad) era un problema mucho más grave, incluso
por morbilidad y mortalidad. “La enfermedad reumática del corazón afecta las
válvulas del mismo, sobre todo la aorta que son válvulas de mucho
funcionamiento del corazón izquierdo. Si uno previene la causa entonces le está
ganando una batalla muy importante a la enfermedad”.
Apunta,
que hoy la prevalencia, incidencia y la mortalidad por ese grupo de
enfermedades ha tenido un descenso muy significativo, que se debe a los
programas con objetivos concretos, y a una programación de carácter nacional
sostenida sin intervalos latentes. Esto permitiría que esa situación se
erradique totalmente.
Muñoz
sostiene que “la cardiología en Venezuela en cuanto a investigación,
tratamiento, prevención y rehabilitación desde esa época hasta la actualidad ha
tenido un éxito inicial, que se tradujo en una reducción y superación
prolongada cuyos resultados se han mantenido en el tiempo. Explica que no han
desaparecido las enfermedades pero si se han reducido a niveles de países más
avanzados”.
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